En la semana de la oración por la unidad

«18 de mayo, 2016 en Gral Pacheco, Tigre. La convocatoria fue en casa de Mónica y Enrique, llegamos con Pablo unos minutos antes del horario fijado. Se había hecho una convocatoria más amplia pero por distintas razones se produjeron muchas ausencias que inquietaron a los anfitriones;  procuramos despejarles la preocupación diciéndoles que estaban los que Dios dispuso que estén y que en ningún caso el número es determinante. Aprovechamos para hacer una reflexión sobre el “pequeño resto” diciendo que Dios invita a algunos a conocerLo en Su Intimidad para luego salir a evangelizar testimoniando lo recibido en la contemplación. Se citó un texto de la VVeD del 31 jul 87 en el que el Señor habla de un más alto grado de meditación y de contemplación. Iniciamos el encuentro con una oración espontánea e invocando al Espíritu Santo. El ambiente era cálido, familiar y la participación espontánea de los asistentes favoreció el desarrollo de algunos temas relacionados con las vidas de los mismos. Así se trató de la Misericordia del Señor, de Su Deseo de que Lo consolemos y amemos y de que reparemos e intercedamos por los que aún no lo conocen o no lo han comprendido; también sobre la universalidad de la llamada del Señor y el daño que hace a la Iglesia dar una imagen distorsionada de Dios.

Luego siguió una muy breve reseña sobre el comienzo de los Mensajes y sobre Vassula, para continuar con el tema de la profecía cristiana. Se planteó que el Señor siempre que hubo apostasía intervino en la historia suscitando profetas y que si no fuera por ellos, sería muy difícil reconocer por sí mismos los desvíos que se van produciendo a lo largo del tiempo. Se pasaron algunos minutos del video del encuentro del año anterior por la Unidad de los Cristianos en Ntra. Sra. del P. Socorro, donde el P. Alberto Ibañez Padilla habló sobre el tema de la profecía en nuestro tiempo y en particular sobre Vassula y su carisma por la unidad.

Unidad

Continuamos luego con el tema de la unificación de las fechas de Pascua, dada la cercanía con la celebración de la Pascua entre los ortodoxos y la diferencia de fechas en su celebración con los católicos. Se informó brevemente sobre el Milagro del Fuego Sagrado.

Se planteó también el escándalo de la división y la necesidad de orar y de trabajar por la Unidad, entre otras formas, conociendo y valorando las riquezas de las otras denominaciones cristianas, e incluso, incorporando a las prácticas de piedad las devociones de otras iglesias como la oración de Jesús o el rosario ortodoxo. Dejamos una colección de boletines alentando a que leyeran las explicaciones de los Iconos y otros temas sobre la teología del ecumenismo.

Fue un hermoso encuentro donde creo que todos nos sentimos como en casa y con la sensación de conocernos desde hace mucho tiempo; cada uno se llevó una guía de oraciones, todos forman parte de grupos de oración, y en un muy lindo gesto reunieron dinero para solventar los gastos del material distribuido.»

Hugo

Más testimonios sobre las charlas de evangelización aqui

«el amor ilimitado del Señor: la promesa de que si conseguimos unificar las fechas de Pascua…»

«La Verdadera Vida en Dios es el Amor.

De a poco, esta vida verdadera fue adueñándose de mí, a través de los mensajes del Señor y llegó inesperadamente, como llegan a veces las cosas del Señor, porque todavía no sé quién  me envió un mail  invitándome  a una charla que una señora llamada Vassula Rydén iba a dar en Buenos Aires, allá por el año 2003.

No pude asistir a esa charla, porque tenía que viajar a Portugal, pero sí me aseguré de que mi marido fuera y me contara. Así fue. Y así llegaron los libros con los Mensajes, y así también empezamos a reunirnos en grupos de oración que compartían esta espiritualidad trinitaria.

Ahora puedo decir que esos hermanos con los que me reunía a rezar son hoy mi familia. Y con ellos me he consagrado a María, con lo que somos más hermanos, todavía.

Mi vida espiritual se ha enriquecido, ha crecido y madurado con las palabras que el Señor nos dirige a través de Vassula, y que debemos tomar como dichas para cada uno de nosotros, porque amorosamente así nos lo pide Él. Se trata para mí de una charla directa con Jesús, que me invita con paciencia y dulzura a convertirme en un “nosotros”, verdadero cortejo, que me fue conquistando.

Mi mayor sorpresa fue descubrir en este diálogo lo que Jesús nos ama, cosa que siempre escuché, pero que no tenía idea de cuánto, de lo mucho, del grado extremo de ese amor. Podría pensarse  que si dio su vida por nosotros debía ser inmenso. Eso pensaba yo, pero mi idea acabada la tuve al leer estos mensajes, cuando Vassula describía sus gestos, su mirada, su voz, al pronunciar las palabas más amorosas que jamás haya escuchado. Así me convencí y me dije a mí misma: Jesús me ama hasta la locura.

Tal descubrimiento hizo que me sumergiera cada vez más y me sintiera cada vez más atrapada por este Himno de Amor y descubriera, de golpe, que tenía más hermanos de los que  creía: “católicos, ortodoxos, protestantes, todos sois hijos míos”.

Fue una sorpresa grandísima saber esto, y enterarme de que era un escándalo y pecado gravísimo que estuviéramos separados, que estábamos respirando con un solo pulmón, que la Casa de Oriente y de Occidente debían respirar juntas, que debíamos unirnos, que todos teníamos que estar dispuestos a ceder, que debíamos trabajar mucho para esto, amén de vivir los mensajes, que debíamos orar constantemente para conseguir la Unidad…Y nuevamente, el amor ilimitado del Señor: la promesa de que si conseguimos unificar las fechas de Pascua, Él hará el resto.

Mi vida, ahora, se ha hecho de esperanza, porque vivo esperando este milagro, que veo cada vez más cerca, sabiendo que el Señor hará su voluntad.

Mientras tanto, mis labios y mi corazón aprenden a alabarlo, a glorificarlo, a ofrecerle mi nada a Él, expresando cada vez palabras más sublimes, que endulzan  y alivian los sufrimientos del Señor, mientras  trato de abandonarme totalmente a su querer.

Es un camino muy difícil porque son muchas las dificultades, las pruebas repetidas que me extenúan, sobre todo cuando pretendo hacer las cosas por mí misma, olvidándome del “nosotros”, de que sola es imposible dar un paso, y de que nunca seré útil para restaurar Su Santuario, si no soy una con mis hermanos, porque en esto se funda Su Iglesia.»

Beatriz D., Buenos Aires, – 25 de junio de 2014 (35)

El plan de vida que Dios eligió para mí es perfecto: me fue enseñando para la unidad en la diversidad.

Publicado domingo 12 de abril de 2015 en que coinciden el Día de la Pascua de Resurrección en las Iglesias ortodoxas y el Día de la Fiesta de la Misericordia en la Iglesia Católica.

La Verdadera Vida en Dios es mi guía espiritual. En Octubre una amiga me avisó que Vassula venía a Argentina por segunda vez y fui a la iglesia Nuestra Sra. de Narek el 16 de octubre de 1995; me encontré en un lugar lleno de Alegría y cánticos. Así conocí a Vassula. ¡¡¡No podía creer lo que estaba escuchando!!! (Pues desde que era muy chica mis padres pero, aún más mi mamá, nos decían: ¡¡¡qué escándalo, unos cristianos decimos Jesús Resucitó!!!! En verdad Resucitó!!! y otros están de cuaresma!!!! O viceversa. ¿Qué es esto?) Así me crie con las quejas lógicas de la cristiandad dividida, pues nosotros somos Católicos Apostólicos Ortodoxos, en un país, Argentina, casi en su totalidad, Católicos Apostólicos Romanos y donde me preguntaban: ¿ustedes, creen en la Santísima Virgen? Ahí me tocó sufrir más ¡¡cuán poco Nos conocemos!! Mis padres decidieron enviarnos a mi hermano y a mí a colegios religiosos Católicos Romanos en época preconciliar. Había que explicar a mi directora, maestros, profesoras y compañeros, que en los días jueves y viernes Santo Ortodoxo no asistiría a las clases; preguntas, preguntas y más preguntas. Algo que no sabía cómo explicar ¡¡gran prueba!! En el colegio los primeros viernes de cada mes se celebraba Misa, Eucaristía y Adoración en conmemoración del Sagrado Corazón. Yo era la única que quedaba en el banco de la capilla sin poder comulgar. Pero lo peor fue un día, en la clase de religión, el capellán nos explicó que los miembros de mi fe eran considerados «cismáticos», y que mediaba un anatema, entre la Iglesia romana y la oriental, palabra ésta que yo desconocía por lo que, tímidamente, pregunté qué quería decir. Y el Padre me respondió que era una excomulgada, que no pertenecía a la Iglesia. Mi rostro se tornó púrpura y mis lágrimas caían por mis mejillas, tenía nada más que 13 años. Pasado el shock, yo me arrodillaba en la capilla delante de la imagen hermosa de Cristo con su rostro tan bello con túnicas celestes, con el Sagrado Corazón al rojo vivo en el retablo sobre el altar, y le preguntaba. «¿Me perdonas? Porque acá me dicen que no te pertenezco, ¡pero yo te quiero!» Todo esto me fortaleció y fui aprendiendo las diferencias de ambas, la Iglesia Oriental con la Occidental. Durante la semana escolar asistía a la Capilla Romana del Colegio, y todos los domingos, en familia, asistíamos a la Sagrada Liturgia de la Iglesia Ortodoxa. En mi corazón la Iglesia ya era una, la que Jesús fundó el día de Pentecostés. El Santo Padre Juan XXIII con el Concilio Vaticano II y el Santo Padre Pablo VI y el Patriarca Su Eminencia Atenágoras, levantaron el Anatema y ¡¡¡ya no éramos excomulgados ni herejes!!! ¡Gracias a Dios!

Volviendo al encuentro en Narek, ¡no podía creer lo que estaba escuchando! Era la primera vez que escuchaba de otras personas lo que mis padres me enseñaron toda la vida: la unificación de las fechas de las Pascuas, y que la iglesia sea Una. Al final de la charla saludé a Vassula como si la conociera de toda la vida, era lo que mi alma ansiaba escuchar, la mejor sorpresa que tuve en muchos años; allí compré el primero y segundo libro de los mensajes que  leí en 2 días, sin dormir. Así aprendí cómo Dios nos quiere, cómo nos ofrece generosamente la intimidad con Él, El “Nosotros”, cómo nos enseña a perdonar, a pagar el mal con el bien y, sobretodo, cómo es su amor hacia nosotros y quiere divinizarnos. Descubrir su gran Amor a nosotros los miserables, los nada, me ha enriquecido espiritualmente porque con todo su amor, nos pide ser uno con Él, ¿qué más queremos?; por supuesto que también nos pide ser “almas víctimas”. Y así, con parte de mis amigos y compañeros de los grupos de oración de distintas tradiciones cristianas, decidimos consagrarnos al Sagrado Corazón de Jesús y al Sagrado Corazón de María, y convertirnos en una familia que desde hace muchos años compartimos una parte importantísima de nuestra vida y espiritualidad. Gracias Santísima Trinidad, Gracias Madre Santa, Gracias Vassula por tu fidelidad. El plan de vida que Dios eligió para mí es perfecto, me fue enseñando para la unidad en la diversidad. ¡Cómo se abrió mi mente! ¡¡¡Nosotros!!!

Sofía T., Ciudad de Buenos Aires, Argentina – 26 de junio de 2014 (3)

Dos nuevos grupos de oración en Argentina

Paz, Yo soy de Mi amada y Mi deseo es tenerte a ti, alma querida; te he confiado Mis Viñedos (los Grupos de Oración de la VVeD) y al llegar la mañana he visto que están brotando y que sus flores se están abriendo; todos ellos son únicos y Míos, por eso tengo la intención de conducir a cada uno a la perfección; (…) y la gente preguntará: ‘¿quién es ése, que se levanta como un Sol resplandeciente?’ y reconocerán a Mi Espíritu; ‘sácame de la red’, gritarán algunos, ‘Yahveh, Dios mío, ayúdame y sáname’, implorarán otros; entonces Yo los llamaré a todos para comer el fruto de Mis Viñedos; allí aprenderán que Yo soy su Bastión, su Roca y su Redentor, la Palabra, su Dios, el Único que vencerá el mal.”  VVeD – 25/11/14)

Jesús

En octubre de 2014 los cuatro participantes del taller de lectura de la VVeD en Buenos Aires fueron invitados a dar una serie de charlas sobre  los Tesoros del Sagrado Corazón en una parroquia en la provincia de Buenos Aires. La idea surgió espontáneamente en una conversación con el párroco sobre el Sagrado Corazón y como esta devoción fue dada a conocer paulatinamente a la Iglesia a través de las revelaciones a Santa Gertrudis, Santa María Margarita y a Santa Faustina. También se advirtió como los tesoros del Sagrado Corazón reservados para estos tiempos en que la humanidad se ha olvidado de Dios se ofrecían a todos los cristianos y a toda la humanidad en las revelaciones a la ortodoxa Vassula Rydén. Como resultado de este ciclo en la parroquia se inició en diciembre un grupo del rezo contemplativo de los misterios del rosario, junto a la meditación de la Santa Escritura y de los Mensajes de la VVeD.  El grupo continuará reuniéndose mensualmente durante este año.

Un segundo grupo se está afianzando desde enero en una iglesia de rito oriental de la ciudad de  Buenos Aires. La intención del sacerdote a cargo fue alentar a la comunidad a rezar por la unificación de las fechas de Pascua y la unidad de los cristianos.  En la primera reunión y finalizado el rezo del rosario los asistentes pudieron participar de la Divina Liturgia según el antiguo Rito de San Juan Crisóstomo utilizado tanto por las Iglesias orientales unidas a Roma como por las Iglesias Ortodoxas.

Ambos cenáculos surgieron a pedido de los sacerdotes, ellos  han participado de los encuentros ya realizados. Debemos agradecerles su valioso acompañamiento que ayudan a comprender en profundidad la lectura de la Santa Biblia y a discernir el significado de los Mensajes seleccionados. Así alientan a los participantes a seguir en un camino de intimidad y encuentro personal con Jesucristo y de unión transformante con la Santísima Trinidad. Creemos que se está así cumpliendo lo que nos prometió el Señor en el mensaje del 25 de noviembre citado arriba. Les pedimos se unan a nuestras oraciones por la continuidad de ambos grupos y porque haya abundantes frutos para el Reino de Dios por medio de la VVeD en Argentina.

El encuentro de Francisco y Bartolomé.

Queremos compartir con los que no pudieron estar presentes por vivir lejos de Buenos Aires un poquito de lo vivido en la noche del 24 de mayo y la tarde del día siguiente. Fuimos unos pocos los lectores de la VVeD que pudimos concurrir a las dos actividades que se realizaron en ocasión del encuentro del SS Francisco y SS Bartolomé en Jerusalén el 25 de mayo.

El P. Eduardo convocó en su capilla a una misa y vigilia de oración para pedir la venida del Espíritu Santo sobre Francisco y Bartolomé en el encuentro del domingo. Rodeados por la belleza de los íconos de la Santísima Virgen, de San Pablo y de los de las estaciones del Vía Crucis y en un clima de intimidad se celebró la misa y escuchamos la homilía del Padre sobre el Espíritu Santo. Finalizada la misa, el Padre nos dio una pequeña introducción al concepto de Unidad Trinitaria y al pecado de la división de los bautizados con la ilustración de obras de la pintura universal y principalmente leyendo el ícono de la Santísima Trinidad de Andrew Rubelv. Luego comenzó a leer algunos Mensajes de la VVeD referidos a la unificación de las fechas de Pascua. La fecha de la Pascua no es como la celebración de una fiesta patria nos advirtió, la Pascua es un acontecimiento único de la historia que se actualiza en el presente. Luego el Padre Eduardo leyó el testimonio de Niels Christian Hvidt, de 1998, sobre el milagro del Fuego Santo en el Santo Sepulcro y comenzó la vigilia de adoración del Santísimo Sacramento pidiendo que el Espíritu de Dios se derramará en el encuentro del domingo en Jerusalén.

Al día siguiente fuimos invitados por el Arzobispado ortodoxo griego a ver el encuentro de Francisco y Bartolomé vía internet en la escuela Atenágoras. Estaba repleto el patio cubierto de la escuela con muchos invitados ortodoxos y católicos romanos. Había una gran pantalla en el escenario donde se veía la entrada a la Iglesia del Santo Sepulcro, con varios policías que estaban esperando la llegada de Bartolomé y Francisco. Los cuales se hicieron esperar,. Finalmente se produjo el encuentro y comenzamos todos juntos a aplaudir y a cantar. Nadie pudo haber previsto un año y medio antes, a Monseñor Bergoglio, ahora Francisco y Bartolomé tomados de la mano, luego arrodillados rezando juntos en la Santa Sepultura. Cuando entraron al Sepulcro, donde se produce cada año el milagro que el P. Eduardo nos leyó la noche anterior, alguien comentó que no sólo el sábado santo se produce un signo extraordinario de Su Presencia sino que el Viernes Santo algunos escuchan los gemidos de la Crucifixión. Y entonces la necesidad de rezar por la unificación de las fechas de Pascua cobró un nuevo significado en el corazón de cada uno de los lectores de la VVeD allí presentes.

“Les he enviado Mi Espíritu para que viva en sus corazones. Ésta es la razón por la que el Espíritu que vive en ustedes les mostrará que Mi Iglesia será reconstruida dentro de sus corazones y así se reconocerán uno al otro como su hermano en su corazón.

¿Voy Yo, hermano, otra estación más,
a soportar el dolor que Yo he estado
padeciendo año tras año?
¿O Me darás descanso esta vez?
¿Voy a beber una estación más
la Copa de su división?
¿O darás descanso a Mi Cuerpo
y unificarás, en consideración a Mí
la Fiesta de la Pascua?

Unificando la fecha de la Pascua, tú aliviarás Mi Dolor, hermano, y te regocijarás en Mí y Yo en ti; y habré restablecido la vista de muchos.

«¡Mi Bienamado! ¡Mi Creador! ¡El que es mi Esposo nos ha revelado cosas que ninguna mano humana podría haber realizado!». Esto es lo que gritarán, una vez que hayan recobrado la vista, en Mi Nombre.

Y Yo vendré a ustedes.” VVeD 14.10.1991