Tuve que hacer un corto viaje en 1994 a México, y una amiga periodista católica me dice: «porfa averigua allí sobre el padre Gobbi y sobre Vassula Rydén», pues en Buenos Aires casi no había nada de ellos. Y, gran sorpresa, me dicen en México que Vassula ya había ido tres veces a ese país y otras tantas a Brasil y a USA, entonces compré sus libros y un video y regresé con todo este tesoro a Buenos Aires; pero dejé pasar bastante tiempo, hasta que una noche dijimos con Carlos, mi marido, veamos el video. No tengo palabras, hermanos, para expresar lo que sentimos luego de una hora y media de escuchar este maravilloso testimonio de Vassula; los dos dijimos ¡¡hay que traerla a nuestro país!! Y comencé a tirar las líneas a través de México. No fue fácil, pero cuando Dios dirige los pasos todo se logra… Y, una madrugada (por suerte estaba acostada de lo contrario me desmayo), atendí el teléfono y una voz muy serena me dijo en inglés que hablaba Vassula y que Jesús había elegido nuestro país y (me preguntó) si estábamos dispuestos a recibirLo para antes de Navidad. Yo, sin pensar en nada, di un sí ¡¡¡muy fuerte!!! Y allí comenzó nuestro peregrinar, pero nuevamente debo decir que Dios programa todo; y cuando fui a mi curso bíblico le dije a mi amiga monjita: “¡¡¡tengo algo que me quema las manos y no sé qué hacer!!!” . Y cuando le cuento me dice que conocía esos libros porque en Irlanda se estudian a nivel universitario y, además, me conectó con dos sobrinas que me dijo disponían de tiempo; “pídeles que colaboren” dijo. Y así fuimos formando una comisión para la venida de Vassula.
Esto sucedía en septiembre así que no nos quedaba mucho tiempo y era muchísimo lo que había que organizar, y yo además (estaba) con un marido enfermo, que pasaba mucho tiempo en cama. Pero fue la época de mi vida en la que más cerca lo sentí al Señor, en la que no me cansaba. Comencé a invitar en mi departamento grupos de distintas personas, laicos, sacerdotes, monjas… para que viesen el video y, por supuesto, de 10 (que venían) , 5 se levantaban y los otros 5 se quedaban encantados. Así, como hormigas, fuimos tratando de atraer almas para la llegada de Nuestro Señor. Siempre repito que el Plan de Dios es impresionante y que te dirige en el momento preciso.
Formamos esa pequeña comisión que al comienzo éramos apenas 4 personas para preparar la venida de Vassula a Buenos Aires por primera vez. Todos los días tenía que salir a recorrer las calles de Baires haciendo mil diligencias y me pasó algo muy curioso (curioso porque yo desconocía hasta ese momento los perfumes celestiales) y, por donde iba, sentía olor a incienso; yo pensaba: “¿qué pasa hoy que a todo Bs As se le da por prender incienso en sus casas”. Mucho después me enteré que la Presencia de Nuestro Señor se manifiesta (a veces) con ese perfume del mismo modo que Su Madre con el perfume a rosas. Era la delicadeza del Señor que me protegía por los lugares que recorría. Lo más difícil era conseguir el dinero pues había que pagar los pasajes, conseguir el alojamiento en Buenos Aires y alquilar un salón para la conferencia y yo, aterrada veía que la fecha se aproximaba y no conseguíamos juntar los fondos. Por suerte siempre tuve el apoyo de mi santo marido que, enfermo como estaba, no dejaba de apoyarme y darme esperanzas y me decía: “Teresita, ten fe, mucha fe, que Jesús solucionará todo”. Sucedió que una siesta sonó el portero eléctrico de mi departamento y una mujer me pregunta si yo estaba organizando la venida de Vassula, que ella quería colaborar. Y subió y sentada en el living sacó su chequera y me preguntó cuánto estaba necesitando de dinero; y yo tímidamente dije 4000 dólares, y pensé que colaboraría con un poco, pero, ¡qué sorpresa cuando hizo el cheque por el total de importe!
En ese tiempo tenía una amiga muy querida, Amalia Morales, carismática, que al escuchar mis lamentos por el alto valor de los alquileres de locales, me aconsejó ir a hablar con los sacerdotes de la Catedral de Narek que son armenios católicos, y que siempre prestaban un salón para las reuniones carismáticas. Me llegué allí a la hora de la siesta y pedí hablar con Mons Gomidach. Con gran sorpresa mía, me atendió y me hizo pasar a una pequeña salita con 4 sillones. Comencé a explicarle el motivo de mi visita y que se trataba de (ecumenismo) (la Unidad). Él me dice: “pero, Señora, nosotros estamos en eso.” Mire esos sillones. Hoy allí estuvieron sentados recién dos rabinos que vinieron a pedirme que rezáramos juntos por la salud de un tercer rabino.
Se imaginan que sentí en mi corazón que el Plan de Dios estaba manifestándose y ¡qué les cuento! cuando le expreso que se trataba de traer a una profeta griega ortodoxa, Vassula, y él, muy eufórico me responde que estaba muy feliz de poder recibirla ya que un mes antes, tenía su destino en Brasil y Vassula había dado una conferencia y él, tristemente, no había podido asistir pues estaba muy engripado. De modo que estaba muy, pero muy emocionado de poder recibirla y escucharla.
Describir el encuentro el 18 de diciembre de 1994 es imposible pues se lo vive en el alma, en el corazón y en el cuerpo. Fuimos a la Misa y luego a la conferencia. Había mucha gente y también mi hermana Beatriz. Aquellas horas fueron plenas de Dios, en silencio profundo escuchamos todo lo que Jesús nos decía a través de Vassula y puedo asegurar que el Espíritu Santo estaba con todos nosotros. De repente, en ese salón, entró una ráfaga de viento que hizo volar todos los papeles y adornos, era como si el Espíritu Santo dijera: “aquí estoy”.
Finalizado el acto la trasladaron a ella y al sacerdote P. Michael O’Carroll al Hotel y nosotros regresamos con mi marido, mi hermana, y dos amigas a mi departamento. Estaban todos muy silenciosos; yo le pregunté a mi hermana qué le sucedía, y me dijo muy impresionada que había visto el Rostro de Jesús en Vassula, mientras ella daba la charla, y que también, a veces, había visto el Rostro de Ntra. Sra. de Narek. Mi amiga, también muy impresionada, decía haber visto la Corona de Espinas sobre la cabeza de Vassula. Fueron muchísimos los testimonios de quienes sintieron la Presencia de Jesús y recibieron manifestaciones.
Y así, la VVD comenzó a realizar su camino en Argentina. El Señor llegó a Argentina con Gloria y tuvo la gentileza de transmitirnos a través de Su Madre, un Mensaje para nuestro País. (18.12.1994)
Pero allí comenzaba el camino difícil. Él ya había cumplido Su Misión de venir a la Argentina y traernos la VVD, y ahora, éramos nosotros los que debíamos transmitir Su Palabra. De ese modo, como hormiguitas, pero repletas de Dios, comenzó nuestra labor. Ya habíamos encontrado el tesoro escondido y era nuestra responsabilidad transmitirlo. Y aún más cuando Vassula envió de regalo para nuestro país mil libros del primer volumen de Mensajes. Cuando luego de complicadísimos, larguísimos y agotadores trámites logré que me entregaran la encomienda en medio de los galpones de Ezeiza, me puse a abrazarlos, a rezar y a llorar ya que acababa de llegar a nuestras manos el maná celestial prometido.
En su segunda venida a Argentina fue a Mar del Plata donde también la recibieron multitudes y el Espíritu Santo aleteaba en las reuniones. En la cena de despedida nos regalaron a cada una un pimpollo de rosas rojas y al día siguiente, antes de irse, Vassula me regaló la de ella, y me dijo: “anoche, Jesús la besó y es para ti”. Esto sucedió en 1994 y quiero que sepan que la rosa que me dieron a mí se deshizo y la que ella me regaló, besada por Jesús, está intacta (regalitos de Tata Dios).
Y quiso el señor que retornáramos con Carlos a vivir a Tucumán y creo que una vez más quería que le abriéramos un nuevo camino. Y nuestra fe y nuestras fuerzas crecían unidos a la VVD y comenzó nuevamente nuestro trabajo hormiga invitando a muchas personas a ver el video de Vassula y formamos una comisión para preparar su venida. Nuevamente fueron múltiples las manifestaciones celestiales que nos daban fuerzas y soluciones. Yo conocía mucho a los sacerdotes Benedictinos que tienen su abadía en la montaña y les comenté de lo que estábamos planeando; y ¡¡con gran sorpresa!! recibí el pedido de su Abad de ser el sacerdote que presentara a Vassula en el mitin. Con gran sacrificio logramos nos permitieran usar para este evento un hermoso teatro, Teatro Alberdi, y nos dijeron que era máximo para 900 personas y – hermanos GLORIA A DIOS- entraron 1000 y afuera tuvimos que poner una pantalla gigante para trasmitir la conferencia pues quedaron unas 500 personas sin lugar. FUE ALGO MAJESTUOSO. El teatro estaba repleto, era impresionante ver tantas personas amontonadas esperando ansiosas la Palabra de Jesús. Hubo testimonios de muchas manifestaciones durante la conferencia. Y lo impresionante era el silencio que reinaba en la sala cuando Vassula hablaba. Se sentía fuertemente la presencia del Señor. Y fue muy difícil poder salir con ella del teatro pues todo el público estaba enardecido por estar cerca de ella. Fue una explosión de Fe y de alegría por haber sentido la presencia del Señor, GLORIA A DIOS que nos hace estos regalos. Y cuando subimos al auto con Vassula se acercó el Abad y muy emocionado con lágrimas en sus ojos le beso el rostro y le dijo: «Vassula, eres de Dios, el Señor está contigo«.

Teresita Infante, el P. Theofile Perlgrim, Vassula, Coca de Cano (+), Nelly de Uasuf, y Samuel Alvarado, Ciudad de Salta, Argentina, 1995
A los días siguientes llovían los pedidos de libros y vídeos, la gente estaba feliz y querían conocer más y más de la VVD. Pero hermanos todos ustedes que están en el camino de Dios saben que seremos duramente atacados por el maligno y a poco menos de 12 días de aquella explosión de fe del pueblo tucumano el diario de esta provincia sacó un gran artículo con foto de Vassula trasmitiendo el famoso comunicado de Roma destruyendo así casi todo nuestro trabajo pues muchos o casi todos se borraron de golpe y además fui marcada y puesta en la lista negra. Entonces muy triste me fui a la montaña a la abadía y con gran sorpresa mía, los sacerdotes no se alteraron por la notificación sino que me dijeron: «alégrate porque si los atacan es porque es de Dios». Pero si me dijeron que fuera cauta y que me recogiera al silencio y al trabajo silencioso. (Ver aclaraciones útiles sobre el Imprimatur y el Nihiel Obstat de 2005 de la obra la Verdadera Vida en Dios en este enlace)
Teresita Ledesma, S. M. de Tucumán, Argentina. – Mayo de 2014

Teresita infante, Vassula, el P. Theofile Perlgrim y Ana Lizarralde. Salta, Argentina, !995
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