Los invitamos a realizar una meditación sobre lo que significará la Unidad para la Iglesia y el modo en que nosotros podemos colaborar con el Plan de Dios. Antes de adentrarnos en las profundidades de los textos extraídos de los Mensajes, imploremos al Señor para que derrame Su Santo Espíritu en nuestros corazones de modo que Su Palabra nos ilumine, deslumbrándonos, y dé abundante fruto. Que Nuestra Bendita Madre nos haga dóciles a las enseñanzas de Su Hijo y llene nuestros corazones de unción. Amén.
La Verdadera Vida en Dios nos ha hecho tomar conciencia de la importancia que La Unidad de todos los cristianos (incluso la Unión entre todos los hombres) tiene para el Reino de Dios. Nos lo dice con vehemencia a lo largo de toda la obra: Yo pido en Mi Mensaje que Mis Iglesias se unan, porque así como el Padre y Yo somos Uno, Mi Iglesia también debe ser Una, todos unidos y en un solo Rebaño (3 dic 88). La Unidad viene acompañada de promesas muy deseables: … Entonces llegaréis todos al pleno conocimiento de Mi Voluntad y Mi Comprensión (2 nov 89). Y vuelve a insistir: Estoy con vosotros para uniros a todos en el amor y para estimular vuestras mentes, a fin de que vuestro entendimiento llegue a su pleno desarrollo, hasta que realmente conozcáis Mis secretos, en los que se esconden todas las joyas de la Sabiduría y del Conocimiento (19 jul 90). Nos vuelve a recordar solemnemente que la Unidad fue Su Voluntad desde el principio y también nos hace meditar que la Unidad debe ser un reflejo de la de la Santísima Trinidad: Muy pronto ya, amigo Mío, Yo estaré de nuevo con todos vosotros y Mi oración sacerdotal al Padre se cumplirá: seréis uno como Nosotros en la Santísima Trinidad (2 may 91). Como contraste nos muestra la gravedad de la división que los hombres provocamos al seguir nuestros criterios en lugar de seguir Su Voluntad: (Dice la Ssma Virgen) Jesús nunca os impulsó a dividiros, esta división en Su Iglesia no era Su deseo (23 set 91). Y en otro pasaje nos dice Jesús: Yo Soy Un Solo Dios y tengo Un Solo Cuerpo, un Cuerpo que han mutilado (10 jun 87). Ninguna división viene de Mí.
La Unidad será realizada por Dios reconstruyendo la Iglesia y, como ésta es un templo vivo, cada uno de nosotros debe dejarse utilizar para embellecerla: Todavía no han comprendido que Yo necesito su corazón para unirlos. Necesito su corazón para reconstruir dentro de él Mi Iglesia como Una Sola. La unidad se hará por el corazón… La Unidad es daros unos a otros vuestras riquezas (13 abr 91)… Quiero decir que reconstruyáis un edificio dentro de vuestro corazón, quiero decir que derribéis los viejos ladrillos dentro de vuestro corazón, ladrillos de desunión, intolerancia, infidelidad, falta de perdón, falta de amor, y reconstruyáis la Iglesia de Mi Hijo mediante la reconciliación (23 set 91). Todos sois muy valiosos para Mí… Yo llamo a cada uno de vosotros sin distinción. Todos sois Míos y todos Me pertenecéis (8 nov 91). Vosotros sois los ladrillos de Mi Santuario y, al mismo tiempo, los constructores de Mi Casa… Yo os necesito a todos juntos para hacer una sola unidad y reconstruir Mi Casa. Necesito todos los ladrillos (14 nov 91).
En particular se refiere a la Piedra Angular: Mi Espíritu Santo es esencial para reconstruir Mi Iglesia. Él es la Piedra Angular de Mi Iglesia, pero vuestra generación la está rechazando… Apresuraos a reconstruir Mi Iglesia, utilizando cada piedra y no os olvidéis de la que es esencial, ¡no rechacéis la piedra angular! (11 jun 93)
Luego de esta introducción sobre el tema de la Unidad avancemos sobre lo que significará el estar unidos; cuánta gloria dará a Dios que vivamos en el amor sin diferenciarnos bajo Su Santo Nombre. De esta meditación debe surgir en nosotros el deseo de buscar ardientemente la Unidad y de conocer la Voluntad de Dios acerca de cómo desea Él esta Unidad.
Nos dice el Señor acerca de las consecuencias de la Unidad: La Unidad fortalecerá Mi Iglesia. La Unidad Me glorificará (29 abr 87). Unir Mi Iglesia será la Gloria de Mi Cuerpo (10 jun 87). Repite más adelante: ¡La unificación de Mi Iglesia Me glorificará!… No tengáis otro interés que Mi Gloria (10 nov 87). Buscad Mis intereses y no los vuestros. Tratad de glorificarme. Glorificadme uniéndoos, creación. Vivificad Mi Cuerpo (19 mar 88). El Día de la Gloria de Mi Cuerpo está próximo, ¡y qué gran alegría habrá! Será un Día maravilloso (19 jun 89). Ha llegado la hora de que Mi Cuerpo sea glorificado (27 ene 92).
También nos enseña cuál es el camino para alcanzar tan ansiado Don: El Amén os pide a cada uno de vosotros que bendigáis a vuestros enemigos, que los perdonéis a todos y os reconciliéis Conmigo, vuestro Dios, para que seáis capaces de reconciliaros con vuestros hermanos, a fin de formar un solo y único Cuerpo para Mi Gloria (1 may 92). Quiero que sean como un ejército de salvación, reparando todo lo que ha sido destruido y deformado (22 jul 87).
¿Nos uniremos a Él en Su ardiente Deseo de Unidad?
Oremos como Él nos enseña (22 jul 92):
Haz que llegue a Tu Iglesia
ese Día de Gloria
que Tú anunciaste una vez
para que todos podamos ser Uno.
Prepáranos, Padre Justo, para ese Día Glorioso,
cuando nosotros podamos alabarte y glorificarte
todos alrededor de un solo Santo Tabernáculo.
Y no escatimemos esfuerzos en preparar los caminos para la Plena Unidad de los Cristianos dejándonos moldear por el Señor y conducir por Su Santísima Madre.

en la casa de retiros en Buenos Aires
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