Quisiera comenzar mi testimonio, diciendo que hace poco tiempo que conocí la VVD, también aprovechó la oportunidad para agradecer a Hugo, quien fue la persona que me acerco e hizo posible mi viaje a Rusia, puesto que cuando me enteré de la peregrinación había tomado la decisión de no ir, excepto que fuera Hugo. Dios que me sorprende todo el tiempo, hizo posible este maravilloso e inolvidable viaje.

Mons. K. Mouradian y el P. Enrique Bikkesbakker luego de la vista a una mezquita en Moscú.
Está fue mi primera experiencia en peregrinación y realmente fue como estar en el cielo, sintiendo que Dios estuvo presente todo el tiempo, ya sea en las distintas conferencias, como en los diferentes recorridos por monasterio y sus respectivas iglesias y demás actividades. Mi espíritu estuvo regocijándose y alimentándose todo el tiempo de las cosas de Dios, inclusive el último día, ya lista para el regreso a mi país, tuve la gracia de ser bendecida y ungida por un sacerdote copto que me lleno de paz y gozo en mi corazón. Gracias Jesús por tanto amor. Gracias a toda la gente linda que conocí .
Creo que es importante ir capitalizando todo lo vivido en estos días en pos de una mejor convivencia, mirar con los ojos de Dios, sentir y escuchar al hermano, y así, ir achicando las diferencias, para que desde nuestro humilde lugar ir construyendo un camino de paz y unidad.
Olga Fernández