Hoy, domingo 17 de septiembre, rodeada de intenso verdor y vibrantes colores de flores que anticipan la primavera, en Tucumán, me dispongo a testimoniar la intensa experiencia vivida en la 11ª Peregrinación de la Verdadera Vida en Dios hace unas semanas. Pido al Espíritu Santo que ilumine mi mente para poder expresar acabadamente lo que siente mi corazón en este momento. Quizás no logre verbalizar exitosamente lo que mi intelecto desea, por lo cual agradeceré que el lector de estas sencillas palabras disculpe mi limitada capacidad de expresar lo que siento.
Es mi deber iniciar este testimonio agradeciendo a Vassula y a sus colaboradores el agobiante pero exitoso trabajo que hicieron posible tan magno evento!!Sin lugar a dudas fue tan exitoso por la presencia de Jesús y María que con sus entrelazados corazones plenos de Amor, hicieron posible todo lo acontecido en los intensos días de Moscú. No descarto la presencia del Arcángel Miguel quien con su séquito de serafines se pusieron a nuestra permanente disposición para evitar cualquier inconveniente.ALABADOS SEAN!!Ruego que no nos desamparen, de lo contrario nos perderíamos,,,También ruego a Jesús y a Su Divina Madre que protejan a Vassula y sus colaboradores pues merecen esa noble retribución a su generoso esfuerzo.

A la salida de la catedral católica en Moscú, luego de la misa celebrada por el cardenal T. Toppo. A su lado, Mons. K. Mouradian.
Pasando ahora a lo experimentado en esos inolvidables días quiero decir que viví una intensa satisfacción personal por sentirme rodeada de gente muy educada, culta, religiosa y generosa. Así lo he sentido en otros eventos en los que participé con la presencia de Vassula acá en Tucumán, en Turquía y en Grecia.No es común sentirse rodeada de gente tan afín al sentimiento personal. En las homilías y ceremonias fuimos verdadero ejemplo de Pueblo de Dios unido y rogante. Es por todo ésto que disfruté plenamente de la UNIDAD en Dios y seguiré pregonando esa actitud religiosa. En los ámbitos en los que nos movimos, el religioso, el cultural, el social y el geográfico, no hubo más que experiencias profundas y muy valiosas que fortalecieron mi espíritu para promover con más convicción y ahinco, que la verdadera vida en Dios es la que promueve la UNION POR EL AMOR.
Sin la ayuda del Señor, esta maravillosa experiencia no hubiera sido posible, por ésto me pongo a SU disposición para difundir con firmeza y convicción, que sólo a través de la unidad y el lazo fraterno entre hermanos podremos lograr un mundo mejor y más feliz, con la presencia de Jesús y María en nuestras vidas
Susana Silvia Soler, Tucumán.