Me casé en el año 1995 con el papá de mis gemelos y de mi hijita. No duró mucho, ya que nos separamos y cada uno se fue por su lado, si bien los chicos siempre estaban conmigo. Viéndolo ahora, no era buena madre por el mismo estado lastimoso en el que estaba y como se dice por ahí, me estaba conociendo con un hombre.
Un buen día quise rezar pidiéndole a Dios que me ayudara a dejar de sufrir. A esas alturas, el sufrimiento era el pan de todos los días. Para mi sorpresa, ¡no recordaba ni el Padre Nuestro! Entonces escribí en el buscador de Internet “Oración a Jesús”. No sé cómo, pero lo que recuerdo después, es que yo estaba llorando sobre el teclado de la computadora, porque me estaba viendo en el estado en el que me veía Jesús. Sí, realmente sentía que, el Mensaje de la VVD que estaba leyendo había sido escrito para mí. Desde ese día no deje de leer los Mensajes nunca más.
El pecado es como una adicción, no es fácil dejarlo. Yo estaba muy sometida y continuaba saliendo con ese hombre, hasta que quedé embarazada de V. Se me vino la noche, como se dice por acá, porque el padre de mi niñita me exigía que la abortara. En ese entonces, ya llevaba aproximadamente dos meses leyendo los Mensajes por internet. Yo le respondía que no iba a abortar porque después no podría ver la Imagen de Jesús, ni continuar leyendo, sabiendo que el aborto es muy contrario a la palabra de Dios (A esas alturas, incluso me había comprado la Santa Biblia para acompañar la lectura de los Mensajes). Él me contestaba: “¿Cómo puedes amar algo que no ves?”
Fueron tantos los insultos… Lo más leve eran cosas como que si creía tanto en Dios, pues que Dios me ayude, que él no se quedaría a nuestro lado y que iba a ser una vergüenza para mis hijos ver a su madre de 40 años sola, con otro hijo sin padre. También me decía: “¿Cómo puedes creer tanto en Dios? Eres pobre; yo no veo que Dios te dé nada”. Me duele recordar porque lamentablemente viví momentos muy difíciles y el tentador no dejaba pasar la oportunidad de preguntarme dónde estaba Dios ….
Creo que estas fueron las peores pruebas que viví, así que lo que me resta decir es que Dios no me abandonó jamás y mis hijitos son muy unidos entre sí. Aman a su hermanita V. ¡Qué buena elección fue traerla a la vida! Fue Dios quien lo quiso así para mostrar Su Omnipotencia.
Seguramente que si no hubiera conocido la Verdadera Vida en Dios, hoy ya estaría totalmente muerta espiritualmente y sin oportunidades, porque antes de esto jamás nadie me hablo de lo que significa Amar.
Doy gracias a todos mis hermanos de la VVD, en especial a Patricia (que en Paz descanse), quien me consoló más de una vez cuando la desolación se hacía presente. Llamé a Pablo, quien me invitó a que fuera al grupo de oración en casa de Patricia. El día que nació V., milagrosamente, Sofía, del grupo de oración de la VVD estuvo acompañándome en el hospital, pidiendo la intervención urgente de los médicos porque veía que me ponía morada… y era que la bebita tenía un nudo real del cordón umbilical, y gracias a que ella estaba presente en la habitación pudo pedir auxilio a la guardia médica. Tampoco puedo dejar de lado que otra hermana de la VVD, me amparó cuando el papá de mi hija nos hizo desalojar la casa, dejándonos en la calle. Todos estos acontecimientos dieron frutos, los frutos de la total entrega y abnegación de mi propio ser, para que sea Él quien disponga de todas las cosas. Que se haga Su Voluntad. El día en que quedé sola en mi desconsuelo, abrí un libro de los Mensajes, buscando consuelo y me encontré con el Mensaje del 20 de abril de 1991 con la cita de Mateo 10, 28
“En verdad te digo, no tengas miedo de aquellos que matan el cuerpo pero no pueden matar al alma. Teme, más bien a aquel que puede destruir ambos, cuerpo y alma en el infierno. (Mt 10, 28)”
Hoy, puedo dar gracias a Papá Dios, porque tengo paz interior, algo que nunca antes había sentido, ni vivido.
Débora, Ciudad Buenos Aires, Argentina, – diciembre 2010 (20)