Meditación de las lecturas seleccionadas en un grupo de oración virtual
Cada tanto ayuda el volver a leer las instrucciones de la guía de oración. Luego de terminar el rezo del Santo Rosario en la página 51 de la guía leemos:
“Pedimos a Jesús, que está presente, que nos instruya a través de Su Palabra, la Biblia, que nos dirija a través de la oración y por medio de Su Espíritu Santo al pasaje que quiere que leamos. Puesto que es inspirado, se sugiere una meditación en silencio o un breve compartir sobre lo que nos da a entender”
Seguir las instrucciones de la guía de oración se complica a través de las videollamada en la meditación de la Santa Biblia y la escucha atenta de los que nos dice Jesús en los Mensajes de la Verdadera Vida en Dios; hay interferencia de sonido y también la atención en la comunicación mediatizada tiene un tiempo más allá del cual nos dispersamos. Pero nada impide que las lecturas seleccionadas «aleatoriamente» en el grupo de oración, las volvamos a meditar en la hora de la oración personal ( la cual deberíamos practicar diariamente).
Ayer abrimos Ezequiel 33: 10 y ss.
Me centré en la frase del versículo 14: “Convertíos, convertíos, de vuestros perversos caminos…” y leí la nota de Mons. Straubinger al pie que dice: “Convertirse es progresar en el conocimiento del Padre y en el de su Hijo Unigénito, Jesucristo para pasar de la vía iluminativa a la unitiva”. O sea, para pasar del darse cuenta de nuestra naturaleza pecadora a la Luz del Espíritu Santo y arrepentirse sinceramente, a emprender el camino de la unión con Dios o divinización como la llaman los ortodoxos. Es el camino del justo, del que quiere llegar a la perfección de ser como el Padre que está en el Cielo como lo recuerda Jesús en Mateo 5; 48. Estancarnos en la comodidad de una posada del camino puede llevarnos a la perversión como aquellos israelitas del tiempo de Ezequiel que luego de ser amorosamente instruidos por Dios mismo para conocerlo como el Dios Único caían en las supercherías que tomaban de los pueblos circundantes y a los cuales El no se les había revelado. Dice Mons. Straubinger, que cita a Santo Tomás de Aquino:, «es perfecto el que permanece adherido a Dios y pone en El todas sus complacencias».
La guía de los grupos de oración recomienda que terminada la meditación bíblica: “alguien toma un libro de mensajes de la Verdadera Vida en Dios y pide a Jesús, en oración, que nos guié para abrir por donde El quiere que leamos”. Y agrega: “y Le escuchemos”
Ayer abrimos en el Mensaje del 1 de noviembre de 1996 y luego de releerlo hoy, me quedó en la memoria:
“Me deleitarás a MI, tu Dios, y ¿serás como un lirio? (…)…Olvídate de ti misma en Mis brazos. Muere a ti misma y renuncia a ti misma para poder tomar Mi Cruz junto Conmigo. Átate a Mi Cruz.”
Amen
Meditación del jueves 18 de Junio, de las lecturas seleccionadas en un grupo virtual de oración de Buenos Aires, el miércoles 17 de Junio de 2020.
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