Reflexiones sobre la alianza de los Dos Corazones

Taller virtual de lectura de obras teológicas sobre la Verdadera Vida en Dios. Martes 13 y 20 de agosto a las 19.30, hora argentina.

Por razones de respeto a los derechos de autor les pedimos esta vez que soliciten el archivo del texto a leer y meditar en difusion.vved@gmail.com. Lo ideal es que participen con el texto ya leído. Les dejamos algunos párrafos introductorios a continuación:

“Recibimos aquí una nueva confirmación de la naturaleza de la misión de Vassula en la Iglesia católica. Se le ha otorgado una amplia iluminación acerca del Sagrado Corazón de Jesús, e ideas igualmente explícitas y esclarecedoras sobre el Corazón Inmaculado de María. Que haya recibido instrucciones directas y continuas sobre el don divino que constituye la unión de los Dos Corazones como la fuente especial y plenaria de auxilios y de salvación espiritual para nuestro tiempo, es algo que experimentarán como una agradable sorpresa quienes conocen las importantes tendencias de devoción en el seno de la Iglesia católica en el curso de los recientes decenios. (…)

”Durante el verano de 1985, el Papa habló varias veces de los Corazones de Jesús y de María. Utilizó una expresión memorable, “la Alianza de los Dos Corazones“. Esta feliz expresión de este profundo misterio suscitó una espléndida respuesta de ciertas figuras -clave de la Iglesia católica de Filipinas: el cardenal Jaime Sin, arzobispo de Manila, miembro dela Comisión Teológica Internacional, consejero de la Jerarquía de Filipinas y Howard Dee, que era entonces embajador de Filipinas ante la Santa Sede, y que es uno de los laicos más notables de la Iglesia católica.” (…)

El cardenal Sin recibió una hermosa carta oficial de parte de Juan Pablo II que le decía:

 (…) Se ha hecho ya mucha investigación sobre la Devoción al Sagrado Corazón de Jesús pero vuestro objetivo es centrar la atención en el Inmaculado Corazón de María y en la inter-relación de amor entre los Corazones del Hijo de Dios y el de Su Madre (…)

 Desde el momento en que el Verbo se hizo carne bajo el Corazón de María, nació entre los dos una permanente relación de amor. El Corazón de la Madre siguió siempre la misión redentora de Su Hijo. Cuando Jesús estaba clavado en la Cruz en cumplimiento de Su Obra Salvítica, se realizó la profecía de Simeón que predijo la alianza definitiva de los Corazones del Hijo y de la Madre: ”Y a ti misma una espada te atravesará el alma” ( Lc. 2:35). En efecto, la lanza del centurión que atravesó el costado de Cristo, penetró igualmente en el Corazón de Su Madre dolorosa, sellándola en el amor sacrificial.

 Puesto que los Corazones de Jesús y de María están unidos para siempre en el amor, sabemos que ser amados por el Hijo, es también ser amado por Su Madre. María, al pie de la Cruz, fue proclamada Madre nuestra, y Su Corazón Inmaculado continúa cubriéndonos con el mismo amor maternal con el que amo a Su Hijo “

Cita del capítulo VI, Los Dos Corazones, del libro Vassula de la Pasión del Sagrado Corazón, escrito por el Padre Michael O`Carroll, c.s.sp.