Te rogamos, Oh  Espíritu Santo, Soplo de Amor! que abras nuestros corazones para meditar estos Mensajes, extraer de ellos la Sabiduría de un Dios que se nos revela como un abismo de Misericordia y Perdón, y como Maestro del Amor.

Que las palabras que reflexionemos nos inflamen de deseos de trabajar por la Unidad y la reconciliación, que nos inculquen el buen juicio, alejándonos de nuestra ignorancia;  para que pongamos Su Luz donde hay confusión, para que oremos más y reparemos y que, sobre todo, no nos dejemos dominar por nuestra humana manera de pensar.

Que también, a través de estas meditaciones, comprendamos y recordemos que el Señor ha venido en términos de paz, para que sepamos que un verdadero apóstol de Dios es aquél que hace Su Voluntad porque, como Él nos enseña: «Amar es hacer la Voluntad de Dios.

Que aprendamos a amarnos los unos a los otros.

«Sed Buenos y santos», nos pide.

Queridos hermanos de este taller, que podamos oír Su Clamor: «Vivid Mis Mensajes!

Amén