Reseña del VI Retiro Latinoamericano de la Verdadera Vida en Dios, Buenos Aires, 4 al 9 de octubre de 2010
En las instalaciones de un hotel frente a la Plaza del Congreso en Capital Federal, se desarrollaron las prédicas y las reuniones de un Retiro de la Verdadera Vida en Dios que seguramente permanecerá en la memoria y en el espíritu de quienes tuvimos la dicha de participar.
De los ciento cuarenta concurrentes provenientes de Brasil, Panamá, Uruguay, Perú y de Argentina, unos doce eran sacerdotes y ministros de diversas iglesias cristianas.
Luego de más de un año de acordado y reservado el lugar de realización del retiro, el 11 de septiembre se nos informó que no estaba disponible. Dedicamos todos los esfuerzos y las oraciones a buscar donde realizar el retiro y hospedar a los participantes. Recién el 29 de septiembre, el día de los Santos Arcángeles, se encontró el lugar alternativo. Agradecimos gozosamente al Señor Su Providencia, y aceptamos los acontecimientos con una actitud de abandono en Su Voluntad que ayudó a soslayar los defectos y percances propios de una apurada reorganización.
En el transcurso de las actividades el deseo de Unidad que pide el Señor se apoderó de todos los corazones manifestándose una verdadera comunión. Las prédicas y las liturgias se realizaron en español y portugués. En este caso los participantes brasileros se ocuparon del ministerio de música con la alegría y devoción que los caracteriza y se alternaron con otros de las provincias argentinas de Buenos Aires, Mendoza, Misiones y Salta.

En los primeros días del Retiro tuvo una participación importante el Padre Alberto Ibañez Padilla, uno de los fundadores de la Renovación Carismática en Argentina, y que con tanto entusiasmo adhiere a la misión profética a favor de la Unidad que el Señor confió a Vassula. Otra valiosa participación carismática fue la del P. Eduardo Silio, activo y fructífero predicador de la unidad de los cristianos, en su diócesis de Quilmes. A mediados de 2012 fue llamado a la presencia del Padre luego de una dolorosa enfermedad que ofreció por la unidad de los bautizados.
La Misa celebrada diariamente por Ministros de la Iglesia Católica, era acompañada por los cantos en español y portugués de todos los presentes que entregaban al Señor lo más profundo de sus sentimientos de gratitud y confianza. Se comulgó bajo las dos especies con mucha devoción.


El pedido de mutuo y fraterno perdón
Un hecho de gran importancia fue que durante el retiro los sacerdotes y ministros de distintas denominaciones cristianas realizaron un pedido de perdón fraterno y mutuo frente a toda la concurrencia; cada uno se presentó ante un hermano perteneciente a otra denominación cristiana, al tiempo que manifestaba el pedido de perdón por sus actitudes pasadas que habían constituido una ofensa, una burla, una intolerancia, una falta de amor hacia la otra denominación. Era fácil percibir la profundidad de los sentimientos de los diversos pastores de almas que asumían con dolor su pecado.

Esto suscitó una iniciativa promovida por la responsable de la Beth Myriam de Argentina. Ella, movida por el Espíritu Santo, pidió que todos los presentes nos sumáramos al pedido de perdón por las veces que, como laicos, ofendimos a nuestros pastores y, además, oráramos por todos ellos. Todos coincidimos sobre la importancia de tal acto y su indudable trascendencia en la vida pastoral de esos sacerdotes y ministros.
Tema del Retiro:
La Unidad como fruto del amor, y la humildad como camino hacia el amor.
Reseña de las predicaciones
La presencia de predicadores anglicanos, católicos, evangélicos pentecostales y ortodoxos, le dio al retiro un claro sentido ecuménico y permitió desarrollar el eje del mismo enriquecido con el aporte de las distintas tradiciones cristianas.
En la jornada introductoria se evocó el Mensaje del Señor del 13-04-91:
Benditos sean los que no se diferencian entre sí bajo Mi Santo Nombre, sino que demuestran su unidad mediante su humildad y su amor: serán llamados Pilares y Fundamentos del Santuario de Dios.
En la introducción se dijo que el retiro implica un éxodo de nuestros lugares donde estamos habitualmente instalados, para ir, de la mano de Dios, hacia un lugar desconocido, la tierra prometida. La tierra prometida es la Iglesia Unidad, espacio consagrado a la presencia del Espíritu Santo, para darnos la vida prometida que es la comunión con nuestros hermanos cristianos. Este éxodo se llama Kenosis –despojamiento- que nos hace salir de nosotros mismos, de nuestros pensamientos y prejuicios, para darnos a nuestros hermanos cumpliendo la Ley del Amor.
Hay un don, una perla que cultiva una iglesia mejor que las otras y que debe ser acogida por las otras facilitando así la unidad en la diversidad. Dijo Jesús: “La unidad es daros unos a otros vuestras riquezas” (VVeD 13 abr 91).
Tema de una de las primeras predicaciones, a cargo del P. Enrique Bikkesbakker, fue la Kenosis, camino de cierto sufrimiento ya que estamos demasiado apegados a nosotros mismos. El Señor puntualiza las virtudes sobre las que piensa reconstruir Su Iglesia, y que pueden resumirse en la kenosis y el amor: sacrificio, abajamiento, humildad, pasar desapercibido, amor, fe, esperanza, docilidad, auto-abnegación, oración, paciencia, penitencia, mortificación, sufrimiento, ayuno, confianza en el Cristo, espíritu de perdón (VVeD 13 oct 91). El despojamiento que el Señor nos pide implica pasar de la auto-afirmación al estado de adultez espiritual, realizando la auto-entrega, el don de sí, el servicio a nuestros hermanos. Es el camino del encuentro con Dios, y desde allí, encontrarnos con nuestros hermanos, lo cual se manifiesta en pequeños actos de renuncia y de servicio, de don gratuito.
Una de las predicaciones fue El Espíritu Santo fuente del amor presentada por Mons Jeremías Ferens; y versó sobre los tan ansiados Dones del Espíritu Santo; finalizó con un hermoso pensamiento hecho oración: “Hoy que estamos llenos del Espíritu Santo podemos decir: consérvanos Señor, no Te alejes y no retires de nosotros Tu Santo Espíritu. Amén.”
Otro tema fue “El perfume de santidad” basado en las Odas de la Santísima Trinidad fue presentado por el P. Teófilo Rodriguez. ¿Qué simboliza el perfume en la Sagrada Escritura? La Santidad. ¿Quién produce la santidad? El Espíritu Santo. Dios quiere que seamos hoy el perfume que impregne la tierra con Su fragancia; necesita de nuestra ayuda. Como conclusión es un tiempo en el que debemos pedir el Espíritu Santo para resistir en estos tiempos malos, para que nos inflame el deseo de Dios y para ser Sus apóstoles.
Mons. Joao Terra predicó sobre “María principio de Unidad en la Iglesia” haciendo notar que María aparece al comienzo y al fin del Evangelio de San Juan: en las Bodas de Caná, como invitada, podría decirse, protagonista; es la primera que habla: “No tienen vino” y la primera que evangeliza: “Hagan lo que Él les diga”, y al pie de la Cruz donde Jesús, el Nuevo Adán, entrega a su Madre como Madre espiritual de toda la humanidad redimida. En este pasaje S. Juan evoca la fórmula de ‘adopción’: “Aquí está tu Madre… y ahí tu hijo” queriendo significar que, dando como Madre a sus discípulos amados a su propia Madre (prototipo de la Iglesia), Jesús reconoce en ellos sus hermanos que se tornan en Él hijos del Padre y su madre se torna Madre universal de la Iglesia y principio de la Unidad.
La predicación Sobre la Eucaristía y la unidad de los cristianos fue el cierre del Retiro a cargo del Pbro David George. En ella se plantearon estas preguntas: ¿Podremos ver la Eucaristía no como algo que hace la iglesia, sino una acción de la gracia de Dios con el poder del Espíritu de Dios que sostiene y edifica a la iglesia? ¿Podríamos dejar de ver a la iglesia como dueña o guardiana de la Eucaristía para verla como el espacio espiritual en el cual la experiencia de la gracia renueva, purifica y unifica al pueblo de Dios? También se propusieron a la reflexión los siguientes pasajes de la Escritura: 1 Cor 10,16 y Hch 2,42 en los que la palabra koinonia se aplica a la “Fracción del Pan” y a la comunidad de la iglesia, explicitado 1 Cor 1,17: “somos un solo cuerpo pues participamos de un solo pan”. Otro texto que presenta a la Eucaristía como principio de Unidad es Hch 10,40: “(Cristo resucitado se apareció a nosotros)… que comimos y bebimos con Él después que resucitó de entre los muertos.
En las historias más impactantes de Jesús resucitado que relatan que el Señor “partió el pan” con los discípulos, Jesús lo hace para asegurarles que habían sido perdonados. No podemos entender la Resurrección fuera del contexto de la renovación de la humanidad por el perdón. En estos relatos Jesús otorga su perdón precisamente a quienes lo habían abandonado. El significado de la Eucaristía no se agota en una simple conmemoración, ni representación; nos transmite la condición actual de Él que fue crucificado y ahora ha sido resucitado y que se hace presente en medio de la hermandad para transformar nuestras vidas.
La participación de Vassula
La llegada de Vassula se produjo el día miércoles 6 de octubre, acompañada de la Señora Nicole, de Rhodas. El día jueves 7, Vassula ofreció una conferencia referida a los Apóstoles de los Últimos Tiempos y al Triunfo del Señor, que fue seguida por preguntas de la concurrencia que intentaba obtener el mayor fruto de su presencia. La charla fue traducida en forma simultánea al español y al portugués. Se colmó el lugar con la presencia de familiares y amigos de los participantes del retiro. Ella estuvo distendida y muy «familiar»…. a pesar del largo viaje desde Rhodas, su actual residencia, evitando en lo posible, como siempre, ser el centro de atención de la concurrencia pues sostiene que quien importa no es ella sino el Señor.

La predicación de Vassula se inició afirmando que vivimos tiempos malos e introduciendo el tema del Fin de los Tiempos y sus características: la apostasía y el espíritu de rebelión, y el Segundo Pentecostés, que ya está sucediendo, y que es nuestra esperanza. Dios, para rescatar esta generación, está suscitando apóstoles de los últimos tiempos con un gran celo por las almas y por la gloria de Dios.
Un segundo tema muy destacado fue la Dulzura de Dios, el gran deseo que manifestó ella, de que todas las personas de este mundo puedan experimentar a Dios, porque eso cambiaría sus vidas. Para experimentar a Dios en nuestro corazón debemos morir a nosotros mismos, a nuestro ego, mediante el arrepentimiento y dejarnos llevar al desierto en el que Él alimenta a sus elegidos. Muy importante también es la entrega de nuestra voluntad diariamente, y vivir el “Nosotros”, cultivando permanentemente la presencia del Señor en nuestras vidas.
Recordó también que la Verdadera Vida en Dios es un llamado a perfeccionar nuestras almas y elevarlas a los cielos y de que hay tres subidas, tres ascensos: el desprendimiento, el desapasionamiento y la impasibilidad, virtud angélica. El Señor nos pide que dejemos que el Espíritu Santo transfigure nuestra alma en un jardín en donde Él pueda descansar, que la transforme en un palacio donde Él pueda ser Rey, que la transforme en un paraíso, en el que Él sea glorificado. Para enfatizar, recalcó que cuando Dios le explicó el significado de los Nuevos Cielos en el Apocalipsis le dijo que es todo dentro de nosotros.
El día jueves luego de la charla de Vassula se realizó una ceremonia de sanación. Vassula y los sacerdotes bendijeron a todos los presentes.
Durante su breve estadía en Buenos Aires ella pudo tener tres encuentros privados con arzobispos de tres iglesias cristianas.
Los talleres
Durante las diversas jornadas del retiro los asistentes se organizaron al modo de pequeñas comunidades donde compartieron, la meditación sobre las predicaciones del retiro, los testimonios de conversión, y experiencias ecuménicas; a pesar de la limitación de espacio y de la dificultad de los distintos idiomas entre los participantes pudo lograrse una verdadera comunión. En estos talleres se estrechó el círculo fraterno de los lectores de la Verdadera Vida en Dios.

Fueron seis jornadas de intensa espiritualidad y fraternidad donde el deseo de Unidad fue ya vivido como realidad presente. Al finalizar se ofreció una comida de «camaradería» en la que se hizo la “representación” del Banquete Celestial y luego hubo cantos acompañados por Nicole con su guitarra y Carmen con el piano.
Visita a la Iglesia Ortodoxa Ucraniana
El día viernes 8 todos asistimos a una celebración de la Divina Liturgia en la Iglesia Ucraniana Ortodoxa, ubicada en el barrio de Caballito de la Ciudad de Buenos Aires. Aunque la ciudad se caracteriza por una activa tradición ecuménica, para muchos de los concurrentes provenientes de las provincias de Argentina fue el primer contacto con una iglesia ortodoxa.

Para finalizar transcribiremos dos de los testimonios recogidos:
“En el reciente retiro de la VVeD en Buenos Aires pudimos respirar durante unos días el aire que se respirará cuando el Reino se manifieste plenamente. Vivimos en un mundo muy atado a sus instituciones religiosas, sus prejuicios e ignorancias, sus miedos al cambio y sus actitudes no evangélicas, y donde las formas están por encima del amor. Para mí la experiencia fue refrescante y alentadora; me encantó compartir con pastores de otras tradiciones sus variadas y auténticas riquezas; las tres barras rígidas empiezan a doblarse e inclinarse hacia su única Cabeza, Jesucristo.” (David George)

“Tenemos con Manuel y Lucas -nuestro hijo- muy presente el día que predicamos en el retiro porque para nosotros fue realmente una jornada extraordinaria en la cual no sólo nos sentimos muy a gusto, sino que especialmente pudimos gozar libres y plenamente de la verdadera unidad cristiana que reinaba en el lugar. Fue glorioso poder disfrutar tan espontánea camaradería, compartir unos a otros nuestras particulares vivencias, y alabar y adorar a nuestro Señor en la unidad de Su santo Espíritu, sin que nuestras costumbres religiosas ni las denominaciones en las cuales servimos a nuestro amado Dios fueran un impedimento para que la comunión fluyera entre todos, y el gozo del Espíritu Santo nos colmara el alma de santa satisfacción y plenitud espiritual. Damos infinitas gracias al Señor por Su inefable generosidad al hacernos ver de qué manera Su Espíritu está unificando Su iglesia, y bendecimos a todos/as y cada uno/a de quienes, a través del amor, de la fe en Él y de la ‘Verdadera vida en Dios’, se ocupan en mostrarle al mundo que quienes amamos de todo corazón a nuestro Padre Celestial «somos uno en el Señor Jesucristo, nuestro Salvador”. Ptrs. Manuel y Marta Fernández Rivas.
En el Amor de los Dos Corazones, Buenos Aires, enero de 2013.
Me imagino lo difícil que debe ser sintetizar semejante semana de convivencia.
Una experiencia espiritual única que enaltece el corazón de una manera tan transformadora que solo puede ser vivida más que transmitida en un breve relato.
Muchas gracias, Carmen y Pablo.
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