Conferencia de Vassula en el VI Retiro Latinoamericano de la VVeD – 2010

Voy a continuar de algún modo sobre lo que habló el P. Teófilo referido AL FIN DE LOS TIEMPOS.
Se habrán dado cuenta que estos tiempos actuales son tiempos malos; pero estos tiempos ya fueron predichos en las Escrituras. Ya nos hemos dado cuenta de que una parte de los cristianos ha apostatado. En los Mensajes de la VVeD Jesús dice que en la 2da carta a los Tesalonicenses, en el capítulo 2, San Pablo dice que el fin de los tiempos será revelado a través de dos signos:
1.El primer signo es la gran apostasía.
2.El segundo signo es el espíritu de rebelión.
Nosotros percibimos estos dos signos muy evidentes, obvios.
El segundo signo, el espíritu de rebelión, es el espíritu que contradice los diez Mandamientos de Dios y toma su lugar en el trono de Dios, imitando a Dios, haciéndose como Dios.
En Ezequiel 47 también hay una confirmación de que ese espíritu quiere ser Dios y sentarse en el Trono de Dios.
Pero Dios, como que es Padre (y yo lo he experimentado) Él ha removido la imagen de Dios que yo tenía antes. Dios es realmente un juez pero también es un Padre.
Jesús describe al Padre con estas palabras: «Mi Padre es un Rey, pero tan maternal; Él es el Juez, pero tan tierno y amante; es el Alfa y la Omega, pero tan manso». Esto fue exactamente lo que Jesús ha dicho. Es increíble cuán manso es Dios.
Pero, nuestra generación ha intelectualizado a Dios y no siente a Dios como una Persona, como un Padre; leen a Dios como algo escrito, como en un libro, y allí se quedan, y, entonces, no sienten a Dios, no perciben Su Dulzura.
Sin embargo, Dios, a partir de Su Misericordia está derramando Su Espíritu sobre toda la humanidad como nunca antes en la historia. Así que Él resucita a los muertos.
Él no teme dejar Su Cetro, porque desciende hasta los más miserables, y llega hasta ellos, y a partir de Su Gracia los levanta de entre los muertos.
Son tiempos del Espíritu Santo viniendo como un Segundo Pentecostés; y esto está sucediendo ahora, no es algo para el futuro, es ahora.
Ustedes habrán notado en ustedes mismos o en otros que estaban espiritualmente muertos y súbitamente, sin ningún mérito, el Espíritu Santo viene sobre estas personas cuyo hedor de muerte había subido hasta el cielo, y sopla sobre esa persona el Aliento de la resurrección y la levanta, y esa persona saborea la Dulzura de Dios; y Él pone dentro de ellos una llama del Espíritu Santo para que salgan a testimoniar. Ellos corren como la mujer samaritana gritando al mundo que han gustado la Dulzura de Dios; y nadie será capaz de convencer a esas personas que no han gustado a Dios.
Entonces, ¿qué es lo que hace Dios? Levanta apóstoles, Apóstoles de los Últimos Tiempos.
Quiero leer aquí un Mensaje en el que Jesús habla de los Apóstoles de los Últimos Tiempos.
«Mi Reino sobre la tierra será fundado en cada corazón. Otra vez será derramado sobre vosotros Mi Espíritu tan pródigamente que esta actual aridez será transformada en una tierra fértil. Se había dicho que al final de los tiempos, Nuestros Dos Corazones harían surgir apóstoles, y serían llamados: apóstoles del fin de los tiempos. Éstos serían instruidos por la Reina del Cielo y por Mí Mismo, para ir a cada nación a proclamar sin miedo la Palabra de Dios. Incluso cuando fueran empapados en sangre, por los sañudos ataques del Enemigo, no se derrumbarán; su lengua traspasará los enemigos de Mi Iglesia, como una espada de doble filo, al poner de manifiesto sus herejías. Nunca vacilarán, ni conocerán el miedo, porque Yo los proveeré con un espíritu de valentía. El azote destructor no los alcanzará. No dejarán una piedra sin remover. Perseguirán a los pecadores, a los predicadores altivos, a los grandes y a los orgullosos, a los hipócritas, a los traidores de Mi Iglesia. Los perseguirán con Mi Cruz en una mano y el rosario en la otra. Y Nosotros estaremos a su lado. Destrozarán las herejías y construirán en su lugar fidelidad y verdad. Ellos serán el antídoto contra el veneno, porque brotarán, como capullos, del Corazón Real de María (2). Estos apóstoles del fin de los tiempos, pedirán ayuda a Dios, su Padre, y Dios; Su Padre, acudirá a su espíritu. Invocarán a María, su Madre Bendita y Mi Madre Bendita los visitará para que se conviertan en testigos del Altísimo. Y el Espíritu Santo les dará un espíritu de celo para estar preparados para Dios, para estar preparados para esta Batalla. Ese día, la soberbia corona de los poderes del mal será pisoteada bajo los pies de la Mujer vestida de sol, y por todos Sus hijos. La segunda Eva a la que Yo he dado suficiente poder para derribar a Satanás y su imperio, aplastará su cabeza con Su talón.»
Estoy hablando sobre la Dulzura del Señor.
Este es un Mensaje que voy a compartirles para que vean lo que el Señor dice sobre Su Dulzura.
Cuando leen los Salmos de David verán que muchas veces habla de la Dulzura de Dios porque él gustó de la Dulzura de Dios, tuvo la experiencia de Dios. Muchas veces dice que la Palabra de Dios es más dulce que la miel.
Permítanme entonces leer lo que el Señor dice aquí:
«-¡Ojalá el corazón del lector, que ha leído estas páginas, se abra! ¡que se abran sus ojos y sus oídos! Hasta el momento presente, no habéis comprendido completamente Mi Tesoro Celestial ni apreciado totalmente el don que os he dado(3). Todavía no habéis penetrado en lo que está más allá de todo precio y que Yo os he estado ofreciendo todos los días de vuestra vida:
Esto es, la enorme gracia de conocerme en una unión íntima y de degustar interiormente, en la cámara nupcial de Mi Corazón, Mi dulzura y Mis besos Divinos.
Dichosos aquellos que Me escuchan y obtienen esta gracia. Infortunio para aquellos que, en su desdichada condición y en su manchado pensamiento, se resisten a esta gracia; llorarán un día en su miseria.»
Esto es lo que Él aconseja:
«Es bueno realizar buenas obras por Mí, practicar algunas devociones, hacer actos de amor, dar gracias y ofrecer actos de reparación. Pero estaría sumamente decepcionado de que murieras antes de haberme conocido (Mt.7,21-23). Estaría muy afligido si te murieras ahora, antes de haberme comprendido (Jr 9,23). Muchos de vosotros estáis ocupados con vuestros quehaceres diarios, los cuales Me complacen si los hacéis con amor y de acuerdo con Mi Propósito; pero, todo esto, estaría incompleto, si no os abrís a la gracia y Me reconocéis en Mi intimidad. Así que, venid y aceptad Mi familiar compañía y Yo, de muy buen grado, os conduciré dentro de los misterios y de los recónditos secretos de Nuestro Corazón(4). Tú y Nosotros (La Trinidad) llegaremos a estar inseparablemente unidos en Nuestro Amor por siempre y para siempre.»
El tercer tema del que quiero hablar -porque como saben la VVeD no son sólo 3 temas; es un contenido muy rico incluyendo muchos temas-, pero he elegido estos tres temas: que estamos viviendo en el fin de los tiempos, que son tiempos malos en los que aun la naturaleza se rebela contra nosotros, pero está la esperanza del Espíritu Santo porque, aunque el mal es muy poderoso, el Espíritu Santo es mucho más poderoso, y está siendo derramado sobre toda la humanidad para renovar la creación. Entonces es el tiempo de una renovación, es un revivir.
La Iglesia está dividida, prefiero decir que las personas de la Iglesia están divididas, por eso el Señor dice que quiere la Unidad que es lo contrario de lo que desea el demonio que por eso pone tanto obstáculo tratando de introducir el racionalismo en la mente de las personas para que no progresen sino que sigan algunas reglas hechas por el hombre que contradicen las Escrituras y que si las personas que quieren la Unidad pasan por encima de esas reglas (normas) dicen que son desobedientes pero, en verdad, ¿por qué ellos no obedecen lo que Jesús dice en las Escrituras “que sean uno como el Padre y Yo somos uno”? Este mandamiento –porque cuando Dios habla es siempre un mandamiento- es pasado por alto.
LA DULZURA DE DIOS Y EL ARREPENTIMIENTO
La segunda cosa sobre la que quiero hablar, y que es importante, es sobre la Dulzura de Dios
Siempre quise y quiero que todas las personas de este mundo pudiesen experimentar a Dios aunque fuese por un segundo, tan sólo un pequeño segundo, porque, este sólo segundo podría dar vuelta completamente toda una vida, porque es tan poderosa; es una tal revelación que si no hemos experimentado esta especie de visión de Dios es como si viésemos a Dios a través de un velo.
Sin embargo, podemos experimentar a Dios en nuestro corazón, si morimos a nosotros mismos. Es una de las cosas más difíciles, morir a nuestro ego. Es algo muy importante que viene a través del arrepentimiento.
Hay muchas cosas que bloquean esta entrada de Dios a nuestro corazón. Tenemos realmente que abrir nuestro corazón y hacer un espacio para Dios. Aun si abren su corazón, Dios necesita espacio para invadirlos, para poseerlos. Entonces, para vaciar nuestro corazón debemos hacerlo a través del arrepentimiento.
He elegido un pasaje sobre lo importante que es renunciar al pecado.
El Señor dice que el acto de perdón es una bendición… un acto de caridad, también: benditos los que te han recibido bien.
Lo que Él quiere significar es que demos la bienvenida a la caridad en nuestro corazón.
«Hoy, generación, los estoy llenando con abundancia de prodigios y con el sonido de Mi Voz para sacarlos de sus deudas y del pantano del pecado.
Les canté la canción del cielo, les mostré los secretos de la Cámara Nupcial de Mi Corazón para liberarlos de todo mal. Estoy continuamente en vuestra presencia, y si sus ojos no ven a su Novio (Prometido) es porque sus ojos están sellados con una costra de pecado.
Como les dije, deben dejar atrás los todos pensamientos violentos y no le den pie a Satanás manteniendo rencor contra nadie, porque el Padre que está en el cielo será severo con Uds.
No sean como el sirviente malo que, sin misericordia, mandó a prisión al otro siervo por la deuda que le debía.
No permanezcan sin vida, sino que piensen en la indescriptible Misericordia que tengo para con ustedes. Pongan en práctica todo lo que les he dicho y reciban al Espíritu Santo de gracia.»
Permitan a Dios escudriñar cada una de sus obras y, como alguien entrando con una antorcha en una caverna oscura, dejen que Dios entre en sus corazones y queme hasta la raíz todo lo que no sea divino, y lo que no sea santo.
Permitan a Dios aplanarte (arrasarte) y que te arrastre al desierto donde Él alimenta a sus elegidos. Permitan que el poder, la llama, de Dios arda dentro de ustedes.
Y en el silencio del desierto Él te recordará todas tus faltas y tus malas conductas para que te desprecies a ti mismo. Deja que te golpee con amargos remordimientos a causa de tu indiferencia hacia Él y hacia Su Ley de Amor.
Déjale hacer todas estas cosas para que esta transformación se produzca dentro de ti y, de ahí en adelante, Él será tu Maestro, tu Educador, pero también tu Amigo y tu Hermano también, -todos sus ungidos nacieron en el desierto- y con gran Ternura Él curará tus heridas, y te elevará a Su Corazón, mientras pronuncie en tus oídos sus palabras… y “tú deberás conservar todas Mis Enseñanzas, recordando siempre el principio, para que crezcas en el conocimiento de Mí, tu Dios”.
LA ENTREGA DE LA VOLUNTAD
La Verdadera Vida en Dios es un llamado a perfeccionar tu alma, para elevarla a los cielos.
Al comienzo de estos Mensajes saben que el Señor me pidió que muriera a mí misma y me dijo que no quería encontrar rivales dentro de mí, sino que dejase lugar para el Espíritu Santo.
Cuando hablamos de morir a nosotros mismos no es sólo morir a nuestra voluntad, sino también, a todas las cosas materiales a las cuales el alma pueda estar apegada.
El desea elevarnos en un ascenso hacia la más alta perfección.
Él pide que nosotros Le demos nuestra voluntad a Él. Al principio, cuando finalmente me di cuenta que debía entregar mi voluntad completamente a Dios, yo lo hice, pero después de haber pasado por el desierto
¿Qué es lo que hizo Dios? (es sólo algo sobrenatural y sólo el alma lo puede sentir)
De un momento al otro sentí que Dios había cerrado el cielo completamente y eso fue terrible. Yo podía llamar a mi ángel y no se oía ningún sonido…
Y eso duró unas tres semanas porque Él quería mi completa voluntad y yo no estaba lista para ello porque yo tenía miedo.
Yo no sabía lo que Dios quería de mí y entonces yo no le estaba entregando totalmente mi voluntad.
Entonces ¿qué me quería mostrar? Yo estaba rodeada de muchos amigos pero, de repente comencé a darme cuenta que sin Dios nuestra mesa está vacía, sin Dios no tenemos alegría, no tenemos paz; sin Él no tenemos nada.
Y todos mis amigos, de repente, y todo lo que me rodeaba, aparecieron como cenizas ante mí. Y fue allí cuando mi alma comenzó realmente a tener sed de Dios, que era lo que precisamente Él deseaba de mí.
Fue como si estuviese con los ojos vendados al borde de un acantilado y Dios me pedía que saltase.
Yo pensaba: si salto ¿cuántos metros voy a caer? ¿Me romperé la cabeza? ¿Será un solo escalón y no me pasará nada o tal vez caiga y me rompa la cabeza? Y salté y era un pequeño escalón… estaba casi a nivel. Entonces grité a Dios, pero con todo mi corazón: “Yahvé, tómame, purifícame y haz de mí lo que quieras”. Ese fue realmente un grito en el desierto.
Inmediatamente sentí que en ese instante se abría el cielo y allí fue cuando Él dijo con gran ternura: “Voy a curar las heridas que recibiste en el desierto”
Y yo pensé que allí terminaba todo, pero eso no era el fin; después de haber entregado mi voluntad
(Lo que estoy queriendo transmitirles es que sean sinceros con Dios y que no tengan miedo. Él no los quebrará; siempre les dará de acuerdo a vuestra medida.
El Señor dice: “Tengan miedo de Mí sólo si se rebelan contra Mí”)
¡Es tan importante la voluntad!
Después de una semana el Señor volvió y dijo: “Vassula tienes algo para darMe? Comencé a pensar ¿Qué Le puedo dar?, pero, antes de que pudiese decir algo, el Señor dijo: “no, nada; cualquier cosa quieras darMe y que sea buena viene de Mí” Y yo pensé rápidamente: “sí, tengo algo para darTe. Y Él se mostró divertido y sorprendido y preguntó “¿qué es?” –Una pintura, Le dije. Voy a pintar algo que Te gustará y lo pondré en la Iglesia. –El don del arte, Vassula, también viene de Mí. -Entonces, ¿no tengo nada bueno para darTe? Sí, tu voluntad. –Pero ¡mi voluntad te la di la semana pasada! –Sí, ya lo sé, pero eso ¡quiero escucharlo cada día!
Estas eran las lecciones simples, pero muy instructivas que Él me daba.
Cuando este llamado de Dios comenzó en Bangladesh yo tenía empleados en casa que hacían todo el trabajo y yo disponía de mucho tiempo para estar con Dios, pero cuando fui a Suiza no tenía ninguno; yo tenía que hacer todo el trabajo y eso me irritaba. Y yo me decía: “ahora ¿qué tengo que hacer? Tengo que pasar la aspiradora en lugar de estar con Dios” y Jesús dijo: “Estas pequeñas tareas hazlas para Mí con Amor. Las pequeñas tareas se transforman en grandes ante Mis Ojos si se hacen con amor”.
EL “ NOSOTROS “
Otra meditación, sobre el Nosotros (We, Us)
Está también en las Escrituras el tema de la vid y los sarmientos. Los sarmientos no están separados de la vid; con la vid forman un todo, un “nosotros”. ¿Cómo sucedió? Nuevamente del modo como enseña el Señor
Jesús no es como un profesor de la universidad. Él enseña con cosas que pasan en la vida cotidiana.
Un día, Él me llamó para escribir un Mensaje y yo había puesto comida en el horno para cocinar. Me estuvo dictando un tiempo bastante largo y después de casi una hora me di cuenta que había dejado la comida en el horno, y, si no lo apagaba se quemaría.
El Señor percibió mi reacción y me preguntó: “¿Qué pasa?” (¡Como si Él no supiese!); entonces dije: “puse comida en el horno y si no lo apago se quemará”. Él no me dijo: “ve y apaga el horno”, sino que dijo: “¿Qué estamos esperando? Vayamos a apagar el horno”, ¿qué estamos nosotros esperando? Vayamos a apagar el horno”.
Entonces el Señor terminó el Mensaje con un We, Us? (Nosotros?) y yo tuve que contestar “sí, nosotros”
La última historia, nuevamente sobre el nosotros. Nosotros somos parte de la vid y somos uno con el Señor.
Esta es la anécdota que ocurrió realmente. Yo tenía que ir a buscar a mi hermana y tenía que tomar un ómnibus. Había estado meditando toda la mañana con el Señor y estaba en profunda contemplación, (y quiero agregar aquí esto que dice el Señor: La Verdadera Teología es contemplarMe a Mí, vuestro Dios) Así que fui a tomar el bus y dije a Jesús: “Vamos”. Me senté en el ómnibus y a mi ldo estaba vacío porque Jesús estaba sentado allí. (Todo el ómnibus estaba lleno). Vino el guarda a cobrar el boleto y yo dije: “Un boleto, por favor”, y, cuando se fue, me dirigí al Señor y Le dije: “¿viste, lo engañamos, somos dos y compré un solo boleto”. -¡¿Qué?!, dijo Él, ¿No estamos unidos y somos uno?, entonces, ¡con un boleto es suficiente!
Preguntas:
Usted dijo que la Iglesia establece reglas a veces contrarias a las Escrituras, ¿podría explicar cuáles?
– Voy a hablar de la Eucaristía. Saben que a los católicos romanos no se les permite recibir la Santa Comunión en la Iglesia Ortodoxa.
En Rodas, que es una isla turística en la que hay principalmente iglesias ortodoxas y hay una sola iglesia católica abierta que está en el centro de la ciudad, y, afuera, no hay ninguna otra. Allí hay pequeñas villas y muchos turistas italianos, franceses… Cuando ellos van a Misa en la Iglesia Ortodoxa, muchas veces frente a nosotros, por ejemplo cuando van los canadienses, el sacerdote les pregunta: “¿eres tú ortodoxo? Ellos responden: “somos católicos y nosotros creemos en la Santa Comunión” y el sacerdote les contesta: “Lo lamento, no nos está permitido darles a ustedes”.
Esto no es de Dios.
Hablaste Vassula de la voluntad humana. Es algo que me atormenta. Yo le he entregado mi voluntad al Señor pero es como el barrilete: siempre me quedo con el hilo y me lo arrebata; pasa un tiempo y termino haciendo mi voluntad, y eso duele, ¿qué me aconsejas?
-Esta es una pregunta personal pero puedo contestarla porque puede haber otros que tengan la misma inquietud.
Yo no puedo ver cuánto has entregado tu voluntad; eso sólo Dios lo sabe, pero puedo decir que es muy difícil estar desprendido de este mundo, pero Dios nos dio estos Mensajes que son como una escuela y mucha gente ha progresado espiritualmente leyendo estos Mensajes. Diría, entonces, no sólo lee los Mensajes, y no sólo lee las Escrituras, sino que debes vivirlo, ponerlos en acción en tu vida.
Hay una anécdota que escuché de un sacerdote que dice que cuando un hombre muere, su ego muere diez minutos más tarde. (risas)
Soy un futuro clérigo romano, diácono, me inspira mucha confianza haber escuchado tus palabras pero necesito hacer esta pregunta: ¿qué debo practicar para poder transmitir a mi comunidad la VVeD que me resulta apasionante?
-Esto depende de cómo sea su comunidad, si son de mente abierta. ¿Son de mente abierta?
-Muchos no.
-Entonces usted será perseguido. Trate, a menos que le importe ser perseguido. Si no le importa ser perseguido, intente.
Entiendo que los apóstoles de los últimos tiempos debemos ser muy valientes y que nuestra defensora será nuestra Madre, y que debemos ser como nuevos San Juan, para anunciar Su Venida, ya no como Salvador, sino como justo Juez, ¿puede ser?
-Voy a citar las Escrituras: “La severidad de Dios es tan poderosa como su misericordia”. Así que Él es Juez, pero también lleno de Misericordia. Entonces depende de cuánto nos hemos arrepentido y cuánto podemos hacer por Él. Al final, todos seremos juzgados de acuerdo con la medida del amor que hayamos tenido aquí en la tierra. Ese es el Juicio. Hemos sido creados para servir a Dios y para servir al prójimo, y si servimos al prójimo, servimos a Dios. Si quieres poner la Biblia en una frase, es esta: ser bueno, practicar el bien. Dios mira a su corazón.
Anoche estuve pensando en ese diálogo que mencionaste: ¿Tienes algo para darMe? “La entrega de la voluntad”. Quería, en nombre de todos nosotros, darte las gracias por esta entrega tuya, de la que provienen estos frutos (que estemos aquí en el Retiro) y quisiera preguntar si la entrega de la voluntad es una gracia, y si deberíamos pedirla.
-No lo sé.
-Se me ocurrió que pidiésemos esta gracia hoy.
San Antonio dice que hay tres voluntades en el mundo: la Voluntad de Dios, la voluntad del maligno y la voluntad del hombre, ¿cómo discernimos cuál es la voluntad de Dios?
-Eso es muy delicado; comienza por el principio, en la muerte a sí mismo.
Cuando uno muere a sí mismo, por el arrepentimiento, entonces uno podría decir que estaría haciendo la Voluntad de Dios. Porque también está la tentación cuando uno se ha hecho una idea fija sobre algo y no estamos seguros si es de Dios o viene de mí mismo, y uno trata de aclararlo. A veces uno abre las Escrituras y dice: daMe una palabra, daMe un signo, y hay veces que podemos equivocarnos. A veces nos hemos hecho una idea tan fija que Dios no puede intervenir. Debemos estar muy abiertos y no hacernos una idea fija sobre algo. Es algo muy difícil para todos. Yo siempre tiemblo, temo equivocarme. Puede ser que, digo yo, que Dios no quiera que estemos tan seguros de nosotros mismos, para que nos mantengamos humildes. Posteriormente Dios nos confirma con algo, con algún signo para reasegurarnos de que hemos hecho bien.
Yo estaba en Tierra Santa con los peregrinos y quería ir al Santo Sepulcro, pero en esos días sentía a Dios muy lejos y no estaba contenta. Entonces fui al Sepulcro y, en el momento en que entré al mismo, Lo vi de repente a Jesús parado junto a la entrada, en una visión interior. Él me bendijo rápidamente sobre la frente. En ese momento yo creí, pero, cuando salí comencé a dudar. Puede ser, pensé, que haya sido mi imaginación… no estaba segura, pero vean lo que pasó después.
Después de una semana estaba en EEUU en un enorme encuentro y estaban los sacerdotes celebrando la Misa. Cuando quisieron ir a la sacristía, estaba muy lejos, porque no era una iglesia, sino un estadio, y yo fui con ellos porque no quería que la gente viniera y comenzara con las fotos, autógrafos…, así que me escapé con los sacerdotes; entonces escuché unos pasos detrás de mí y vi que una mujer corría para alcanzarme antes de llegar a la sacristía, así que comencé a correr también yo, pero ella se me adelantó y se puso frente a mí, justo en la entrada. Ella estaba tan feliz que me tomó y me dio un beso aquí, en la frente; entonces voló unos 5 m hacia atrás, herida por el Espíritu y estuvo de diez a quince minutos allí en el suelo. Entonces escuché a Jesús que me decía: -¿Ahora crees? Si dudamos por temor a desviarnos, eso Él no lo toma a mal.
Durante sus meditaciones ¿Qué lee Usted? ¿Meditaciones, las Escrituras, los Salmos?
-Mi meditación es hablar con Jesús, en el modo en que Él me enseñó y por el don especial que me dio.
Cuando me llama para recibir Sus Mensajes, Él quiere que tenga una Biblia a mi lado.
Si ustedes estuviesen en la misma habitación en la que estoy escribiendo, ustedes se sorprenderían porque, a veces, estoy escuchando (Él habla dentro de mí), ¡Ah! También tengo un diccionario porque a veces me da palabras en inglés que no conozco y después del Mensaje yo busco esas palabras… entonces, yo escucho y luego escribo; luego Él se detiene y me hace entender que abra las Escrituras. (Él no me dice: “Abre en Ezequiel tanto y tanto ya que Él me dijo que usaría mis manos) y cuando abro y mis ojos caen sobre una palabra, es la continuación exacta del Mensaje; entonces, abro, miro, escribo la cita (porque hay muchas citas de las Escrituras en los Mensajes) y luego cierro y sigo. Esa es la forma en que me da los Mensajes.
Al finalizar, leo el Mensaje y lo medito.
A veces, p ej cuando Él me ha dado Apocalipsis 21, no me dijo como otras veces: “Vassula, ven a escribir”, o bien “hija, ven y escribe”, esa vez vino y dijo “Ciudad, ven a escribir”. Yo pensaba: ¿ciudad? Dios vive en nosotros; podemos ser su templo, podemos ser su jardín; si somos áridos, podemos ser su desierto; podemos ser también su tienda, podemos ser su paraíso porque al principio había dicho: “Permite al Espíritu Santo transformar tu alma en un jardín en donde Yo pueda descansar en ti. Permite al Espíritu Santo transformar tu alma en un palacio, donde Yo pueda ser Rey y reinar sobre ti. Permite a Mi Espíritu Santo transformar tu alma en un paraíso; en ese paraíso ustedes podrán glorificarMe.
Así que hay tres subidas, tres ascensos: primero el desprendimiento del alma, segundo el desapasionamiento, y el tercero es la virtud angélica de la impasibilidad. Llegando a ese nivel estaremos glorificando a Dios.
Volviendo a Apocalipsis 21, yo leí y, cuando estaba leyendo Él me dio luz para comprender todo lo que significa, porque el Apocalipsis es muy difícil de leer.
Allí habla de los nuevos cielos y de la nueva tierra (cuando yo leía estaba muy excitada, leía muy rápido, pero Dios también tiene humor, así que me preguntó: “¿por qué estás tan apurada? ¡Estoy aquí, no me voy!”) Y Él explicó que los nuevos cielos es todo dentro de nosotros.
Antes de la visita del Señor nuestra alma está en tinieblas, en la oscuridad, es como una noche, pero, con la presencia del Espíritu Santo se iluminará tanto que será como una centena de constelaciones brillando dentro nuestro y seremos absorbidos por la luz y seremos parte de la luz y así los nuevos cielos serán brillantes; y, como expliqué antes, podemos ser áridos como un desierto, pero con la transformación del Espíritu Santo, con las semillas celestiales en nuestra tierra, en nuestro corazón, seremos un nuevo paraíso.
(volviendo a la meditación) Por lo tanto, para entrar en la contemplación hay que estar sólo y meditar Su Palabra, pero se hace más fácil si tenemos sed de Dios; y para ello, hay que hacer la oración incesante que es estar conciente de la Presencia de Dios y vivir permanentemente en Dios y Dios permanentemente en nosotros.
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(2) Jesús quiere decir que María los formará.
(3) Mensajes del 10 enero 1987, págs. 23-28; 25 enero 1987, pág. 41; y 31 enero 1987, pág.69. En el libro “Mi Ángel Daniel” el Padre dice: “Yo te enviaré a toda la humanidad. Te daré a ella como mi regalo, de este modo les pondré en disposición para que puedan comprender mejor cuál es Mi Voluntad”.
(4) La Santísima Trinidad.