Buenas tardes a todos, gracias por participar, voy a comenzar con estos dos versículos del cap 22 del Apocalipsis sobre los que trata esta parte de la charla.
7Y mirad que vengo pronto. Bienaventurado el que guarda la palabras de la profecía de este libro.»
14Dichosos los que lavan sus vestiduras para tener derecho al árbol de la vida y a entrar en la ciudad por las puertas.
Me parece oportuno tener presente este mensaje del 14 de diciembre de 2009 de la VVeD que precisamente habla de estos dos versículos, el titulo del Mensaje es el siguiente: “Yahveh está cerca, llegando a toda prisa” y en el contenido del mismo Jesús desarrolla este tema que está estrechamente ligado al título del mismo, develando nuestra condición de pecadores conscientes y/o ignorantes, (cada cual discerniremos sobre esta condición), para tal fin nos pone frente a nuestras faltas, las hace visibles y con su ternura nos declara el amor que nos tiene preguntándonos ¿si es licito que el intervenga ante tamaño desvío de nuestro comportamiento?, previendo todo esto hace 2000 años nos revela el estado de nuestra alma hoy y nos indica el camino de como lavar nuestras vestiduras.
no escuchéis a falsos profetas que os siguen cubriendo de caricias, diciéndoos que todo está bien y que habéis mejorado, sólo porque estáis alardeando de cristianos, cuando de verdad apenas estáis actuando de acuerdo con Mis Palabras;
¿no habéis aprendido que Mi severidad es tan grande como Mi Misericordia? Tú que te vendes a los de tu alrededor como un buen cristiano, dándoles esa falsa imagen del cristianismo, serás puesto al descubierto y también tu pecado; y tú, cuya lengua no paró jamás de juzgar injustamente, tu pecado recaerá sobre tu propia cabeza; Mi ira se inflama contra la gente como tú y te juzgaré por tu conducta como lo merece;
¡y tú, que no puedes perdonar y olvidar como Yo perdono y olvido, Mi Padre también retendrá ese pecado contra ti! Yahveh está cerca, llegando a toda prisa, así que, dime, ¿dónde te esconderás? llevar una vida de pecado es pertenecer al demonio
¿acaso no he dicho: debes amar a tu prójimo como a ti mismo e incluso más: debes aprender a amar a tus enemigos? Bien, ¿de qué han sido testigo Mis Ojos? He sido testigo de un exiguo grupo que sigue verdaderamente Mis caminos, pero la mayoría está en pecado y haciendo la labor de Satanás; no os engañéis a vosotros mismos.
y tú que sigues durmiendo en tu apatía y letargo, no pienses que no Me he fijado en ti, serás considerado entre los paganos y cosecharás lo que has sembrado.
Pero buenos y malos se han estado negando a abandonar su modo de vida; los buenos por no tomar en serio Mis Palabras en estos Mensajes ni actuar de acuerdo con ellos, los malos por negarse a ser salvados, rechazando Mi Misericordia, rechazando Mi Mano; decidme qué haréis cuando os deis cuenta ese Día de que sois mera arcilla y que esa arcilla, sin Mi Presencia en vuestro interior, no era más que polvo…
muchos, desde luego, preguntan: “¿qué pecados?” pecados que he mencionado, pecados de blasfemia contra Mi Espíritu Santo, pecados de vuestra rebelión y vuestra división, pecados de perversión que son una abominación a Mis Ojos, pecados de prejuicio, pecados de desprecio, de corrupción, de altanería, de orgullo, de rencor, de resentimiento y cólera, de hostilidad, de degradación y letargo, de difamación, de falso juicio, de calumnia, de falta de perdón y falta de caridad, – el mundo está polucionado de pecado.
¿puede alguien decir que Dios es injusto cuando inflige Su cólera? No hay nadie justo, no, ni uno solo; todos son pecadores y han pecado y se privan de la Gloria de Dios; comprended como Me duele Mi Sagrado Corazón; sin embargo, a cada hombre dispuesto, con un corazón contrito, se le concede gratuitamente la rectitud por la gracia de Dios, mediante la salvación que está en Mí; mediante la fe en Mí, seréis salvados; así que dominad vuestros pensamientos y no pequéis más.
Para completar se me ocurrió que una gran ayuda para todos nosotros, partiendo de la disposición de un corazón contrito, es tener presente estas meditaciones de nuestro querido Francisco en donde habla de la compunción.
Dice Francisco: «La compunción es una punción en el corazón, un pinchazo que lo hiere, haciendo brotar lágrimas de arrepentimiento».
No es un sentimiento de culpa que nos tumba por tierra, no es el escrúpulo que paraliza, sino un aguijón benéfico que quema por dentro y cura, porque el corazón, cuando ve el propio mal y se reconoce pecador, se abre, acoge la acción del Espíritu Santo, agua viva que lo sacude haciendo correr las lágrimas sobre el rostro. Quien se quita la máscara y deja que Dios mire su corazón recibe el don de estas lágrimas, que son las aguas más santas después de las del Bautismo.
Las lágrimas de compunción “no se trata de sentir lástima de uno mismo, como frecuentemente nos vemos tentados a hacer”, precisa.
Tener lágrimas de compunción, en cambio, es arrepentirse seriamente de haber entristecido a Dios con el pecado; es reconocer estar siempre en deuda y no ser nunca acreedores; es admitir haber perdido el camino de la santidad, es bajar a los recovecos de mi hipocresía.
“La compunción, requiere esfuerzo pero restituye la paz”, es el “antídoto contra la esclerosis del corazón, contra esa dureza del corazón que tanto denunció Jesús.
Acá podemos agregar el Mje. del 28-09-2000 donde Jesús nos dice:
El destructor está asolando Nuestros Viñedos, saqueando las Escrituras, y vosotros lo sabéis. ¿No voy a intervenir? ¡Mirad! Mis “Abeles” se lamentan en el desierto. Mis embajadores de paz lloran amargamente por la dureza de vuestro corazón, como Mi Hijo lloró amargamente por la dureza de corazón de Jerusalén, que persiguió a todo profeta…
Continua Francisco: El corazón sin arrepentimiento ni llanto se vuelve rígido, intolerante con los problemas, y las personas le son indiferentes.
“Hermanos, volvamos a nosotros y preguntémonos cuán presentes están la compunción y las lágrimas en nuestro examen de conciencia y en nuestra oración. Interroguémonos si con el pasar de los años las lágrimas aumentan”.
Quien se compunge de corazón se siente más hermano de todos los pecadores del mundo, sin un atisbo de superioridad o de aspereza de juicio, sino con el deseo de amar y reparar.
Para poder tener una dimensión de la gracia de poder reparar y los beneficios para nuestra alma, Jesús le pregunta a Vassula el 1-3-1987
Vassula, ¿quieres reparar por otros?
Señor, ¿qué significa exactamente aquí reparar?
Reparar significa compensar por otros que no responden a Mi amor. Para reparar por otros, lo único que has de hacer es amarme con todo tu corazón y toda tu mente.
¡Te amo! Pero quiero aprender a amarte sin medida, para poder reparar más.
Continua Francisco: «Un corazón dócil, liberado por el espíritu de las Bienaventuranzas, se inclina naturalmente a hacer compunción por los demás. en vez de enfadarse o escandalizarse por el mal que cometen los hermanos, llora por sus pecados”, explica.
Se realiza entonces una especie de vuelco, donde la tendencia natural a ser indulgentes consigo mismo e inflexibles con los demás se invierte y, por gracia de Dios, uno se vuelve severo consigo mismo y misericordioso con los demás.
Por último, Francisco evidencia un aspecto esencial: la compunción no es el fruto de nuestro trabajo, sino que es una gracia y como tal ha de pedirse en la oración.
“Volvamos a la adoración y a la oración del corazón, exhortó Francisco. Repitamos: Jesús, Hijo de Dios, ten piedad de mí, pecador.
Para finalizar y poder ligar todo esto al fin de los tiempos y a lo que Dios nos tiene prometido transcribo este Mensaje acorde con el final de Francisco.
Señor Jesucristo, Hijo de Dios,
ten piedad de nosotros.
Señor Jesucristo, Hijo de Dios,
ten piedad de nosotros.
Yo te digo que a cualquiera que Me rece este Rosario1 se le abrirá el Cielo y Mi Misericordia lo salvará. Haced las paces Conmigo, haced las paces Conmigo. Imploradme cada día: “Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí, pecador”.18-01-90
Hugo Sabbadini. Equipo de evangelización.
Meditación en la charla del 31 de mayo de 2025.
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