Charla de Anita Lizarralde 2006

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Extracto del Boletín número 2, diciembre 2006

Desde Argentina

Por Patricia Agresti

Durante el año 2006 Ana Lizarralde, del Uruguay, seleccionada por Vassula para ser testigo en Latinoamérica, realizó una serie de encuentros en diferentes localidades de la Argentina así como viajó hasta Mendoza para estar presente en la inauguración de la primera Casa de María ( Beth Miryan)del país. En próximos boletines nos referiremos a estos encuentros y a la inauguración donde estuvieron presentes otros integrantes de la VVeD de Argentina.
Queremos dedicar este informe a una de las charlas que reviste particular interés ecuménico puesto que se realizó en la Catedral Anglicana de Buenos Aires.

El viernes 16 de junio de 2006, a las 18.30 hs. Ana Lizarralde dio su testimonio ante unas cincuenta personas reunidas en la Catedral  Anglicana «San Juan Bautista» en pleno centro de la ciudad. La charla fue titulada . «LA UNIDAD COMO CAMINO A LA PAZ», y gracias al ofrecimiento generoso del Padre David George, pudimos llevar a cabo esta experiencia, invitando a personas de diferentes credos, en un marco de cordialidad y camaradería . Entre los presentes contamos con Monseñor Mouradian (Arzobispo de la Iglesia Ortodoxa Armenia), y fieles ortodoxos, anglicanos, luteranos y católico-romanos.

El P. David, hizo una introducción, a la que llamó: Reflexiones sobre la Profecía en el Nuevo Testamento, y sintéticamente, abordó los siguientes puntos:
. Los profetas ocupaban un lugar importante entre los primeros cristianos.
. Así dice en 1 Pe: 18 «En los últimos días… vuestros hijos y vuestras hijas… profetizarán».
. Es de notar que el carisma de profecía no se limita sólo a los hombres sino que incluye a las mujeres. . Las instrucciones que S. Pablo da a las Iglesias son tanto para hombres como para mujeres.
. Las hijas de Felipe se llamaban «profetizas».
. Se trata de un Ministerio para edificar (desafía, advierte), exhortar y consolar (1 Cor: 14,3)
. Es también de notar que no tenían la autorización de la Iglesia jerárquica, y que algunos de los profetas hacen cosas «llamativas» (o desconcertantes).
. Se caracterizan por tener conocimiento de la Voluntad de Dios para su tiempo y una percepción espiritual que otros no tienen
.
Analizando el contenido de los mensajes proféticos podemos decir que:

Alientan al Pueblo de Dios
Instruyen porque reciben conocimiento de Dios
Reprenden y advierten
Forman un juicio

Este Don, ¿murió o quedó dormido?
En el caso de la Sra. Vassula Ryden, ¿estaremos frente a un nuevo profeta?
Reconocer la obra del Espíritu Santo en una persona glorifica a Dios.

A continuación de estas reflexiones del Padre David, Ana nos contó su experiencia al conocer a Vassula y La Verdadera Vida en Dios, y centró la charla en el pedido urgente y ansioso del Señor :
La Unidad de los Cristianos.
Varias personas se interesaron en la compra de libros y material, como así mismo en acercarse a dialogar con Ana y Pablo, e integrarse a los grupos de oración.
A partir de la preparación de esta charla, tuvimos la experiencia del trabajo grupal , y la gracia de conocer la labor de la Iglesia Anglicana con los «cristianos del microcentro» que se reúnen a orar y alabar los días miércoles a mediodía, y también nos recibió el director del periódico «El Diagonal», quien no solo publicó la invitación a la charla, sino que además, en un número posterior, incluyó una nota con Ana Lizarralde presentando La Verdadera Vida en Dios a sus lectores.

17.07.96 La Verdadera Vida en Dios:
(Entonces, el Espíritu Santo abrió mi boca y la llenó con alabanzas para Dios)
Doy gracias y alabanzas
al imponente Señor,
tan estupendamente grande.
¡Mira! ¡El que hace brillar Sus Rayos
que deslumbran mis ojos, no es otro
que mi Padre!
¡Oh Adorno Brillante
de los Cielos!
La grandeza de Tu Nombre
me ha liberado,
Y alzando mi oído sólo un poco,
recibí Tu Palabra
de Tu Boca.
Y ahora:
¡Canto de alegría a Dios,
mi Padre!
Grito de triunfo al Ungido,
¡Jesucristo, Mi Salvador!
mi Prometido ,
¡Oh Deleite de los deleites!
Yo Te amo por hacerme Tu amiga.
Y ahora, clamo con todo mi corazón:
«¡Amén! mi celo me está quemando
por anunciar y proclamar
Tu Amor Fiel!
Haré Tu Voluntad y traeré
a tantos como pueda
en unión con Tu Unicidad,
a fin de que también ellos
sean llenados con la
absoluta plenitud de
Tu Santidad Trinitaria.»
Amén.